Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1340

La señora Marta se quedó paralizada un momento: —¿Hay algo más importante que hacer?

—Acudir con la abuela al hospital para una revisión, — respondió Ana con una sonrisa.

Ella sabía que a la abuela García no le gustaba ir al hospital, pero solo se sentiría tranquila después de hacer la revisión programada.

Si hubiera algún problema, podrían resolverlo de inmediato.

Al oír que se trataba de una revisión, la señora Marta suspiró: —Ayer justo vino el médico a casa, y dijo que no tenía nada grave. ¿Y aun así necesitamos ir al hospital?

En ese momento, la abuela García, que detestaba ir al hospital, parecía un niño pequeño.

Ana, viendo la situación, no pudo evitar sonreír mientras persuadía: —En el hospital pueden hacer un examen más completo.

—Lo que dice señora Ana es cierto, es mejor ir al hospital, — agregó Marina.

—Muy bien, no puedo ganarles a ustedes dos, entonces vamos, — se resignó la señora Marta. Ella sabía muy bien que, aunque se hicieran más exámenes en el hospital, no serían de mucha utilidad; conocía perfectamente su cuerpo.

Pero durante ese tiempo, al saber que Alejito aún vivía, había encontrado nuevas fuerzas para seguir adelante.

Aguantar un día más era beneficioso.

Estar un día más con Anita también era bueno; no podía dejar que Anita luchara sola.

Después de comer, los tres se dirigieron juntos al hospital.

En el camino, la señora Marta recordó de repente un demonio que andaba rondando, y curiosa preguntó: —¿Es que el hermano de Isabel ha aparecido de nuevo recientemente?

—Hay demonios y hay otros que no lo son. Parece que sí ha aparecido. Don Fernando ha estado buscando gente. Si hay alguna noticia, don Fernando me lo dirá. Con los recientes avistamientos de demonios, muchas personas en la ciudad A deberían estar alerta y no dejarse engañar fácilmente, — respondió Ana.

Con tantos eventos recientes, ella no había tenido tiempo de pensar en los asuntos de la ciudad A.

La señora Marta asintió: —Siempre has llevado mucho peso, no guardes nada para ti, háblame de cualquier cosa, ¿entiendes?

Ella levantó la cabeza de inmediato, buscando a la persona que la llamaba.

—Entonces eres tú, —Verónica respondió indiferente.

No esperaba, mientras organizaba los detalles de una cirugía ese día, encontrarse con Ana.

¿Ana lo había hecho a propósito?

Pensando en que Alejandro todavía estaba en la sala de hospitalización, se puso a la defensiva. ¿Será que había descubierto que iba a operarse y había venido al hospital a propósito para encontrarse con Alejandro?

¿Cómo puede alguien ser tan ruin?

Ana también estaba sorprendida al ver a Verónica.

—¿Tú también estás en el hospital? Dijiste tanto ayer y aún no terminaste. ¿Viniste al hospital o quieres continuar hablando? — Marina, quien era experta en discutir y nunca había perdido un argumento, intervino.