Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1361

Ella mordió su labio.

Tomó una decisión difícil.

Encontró al periodista.

[La foto te la envié, ella se llama Ana, es una restauradora de antigüedades.]

Seleccionó una foto frontal de Ana y se la envió al periodista.

El periodista, ocupado con la edición de varias noticias y sin haber dormido, se alegró al recibir la foto de Verónica. [El nombre de esta mujer es agradable y es bonita, pero su carácter es terrible. ¿Cómo puede ser la tercera en discordia entre la señorita Verónica y el presidente Gonzalo? No soporto a este tipo de personas. Vamos a arruinarla y asegurarnos de que no tenga oportunidades de romper más relaciones.]

Al ver la respuesta del periodista, Verónica parpadeó.

[Haré lo que dices.]

Parecía que, al concluir algo, Verónica se sintió un poco más aliviada.

Sin embargo, seguía inquieta.

Se sentía aún intranquila.

Se revolvió en la cama.

Miró fijamente el vendaje en su muñeca, distraída.

Mañana nada podría impedir su matrimonio con Alejandro.

—

Al día siguiente.

A las ocho de la mañana.

Ana todavía no se había despertado cuando la abuela García tocó a su puerta.

—Anita, tenemos que desayunar ahora y salir rápido —gritó la abuela García desde fuera.

Ana rara vez se levantaba a esta hora. Probablemente se había dormido alrededor de las tres o cuatro de la madrugada.

Al ver que eran más de las ocho, se levantó inmediatamente de la cama para abrir la puerta. —Abuela, voy a lavarme la cara.

—Apúrate —instó la señora Marta, ansiosa.

Viendo el aspecto somnoliento de Ana, supo que había dormido tarde.

Pero ahora no había tiempo que perder.

Inmediatamente abrazó a la abuela García.

—Abuela, no importa cómo me difamen los demás. Sé que tengo a mi familia y amigos a mi alrededor. Ellos siempre creerán en mí. No quiero que se preocupe o se desgaste por mí y por lo que está pasando con Alejandro.

Los ojos de la señora Marta también se llenaron de lágrimas. —¿Cómo puedes decir eso? Mi salud no está tan deteriorada. Si no salgo a defenderte en momentos como este, ¿cuándo lo haré?

Cuando llegaron al lugar, ya había mucha gente reunida.

Todos querían obtener la información más reciente.

Estaban listos para transmitir en vivo el momento en que Alejandro y Verónica se casaran.

—¿Aún no han llegado? —preguntó la abuela García asomándose.

Marina dijo: —Voy a bajar a preguntar qué está pasando, a ver si llegamos tarde.

Unos minutos después, Marina regresó.

—Pregunté, y todos dicen que el señor Alejandro y los demás aún no han llegado.

Ana asintió y miró hacia la multitud, que no solo incluía periodistas y celebridades de internet, sino también a muchos ciudadanos.