Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1383

—¿Sentimientos? —Haila quedó pensativa tras escuchar a Ana.

Parecía haber comprendido algunas cosas que había estado evitando, como cuando Lucas mencionó que un pariente estaba hospitalizado en la ciudad A y que necesitaba ir al hospital, además de ayudar en el lugar donde el pariente había alquilado una casa.

A primera vista, Lucas parecía ser una persona que realmente se preocupaba por los lazos familiares.

Pero...

¿Por qué Lucas se había negado cuando ella había sugerido ir a visitarlo al hospital?

¿Y también se había negado si ella quería echar un vistazo al lugar donde había alquilado una casa para su familia?

Esas eran preguntas que necesitaba considerar con cuidado. Últimamente, parecía que había estado demasiado sensible con ciertos asuntos, como si estar con Lucas la hiciera más emocional que racional.

Eso la llevaba a sentirse prejuiciada cada vez que pensaba en él.

—¿Te has interesado últimamente en los reality shows de amor? —preguntó Ana.

Haila se quedó sorprendida. —¿Ah? ¿Reality de amor? He oído hablar de ellos por mis compañeros, pero he estado tan ocupada estudiando y viendo series que no he tenido tiempo de mirarlos. ¿Anita también los ve?

—Podrías verlos, quizás aprendas algo sobre cómo manejar una relación —sugirió Ana.

En los últimos días, ella había echado un vistazo ocasional y había un chico cuya situación era muy similar a la de Lucas. Por supuesto, las chicas también eran irracionales.

Esto también había provocado algunos debates.

Había sido tendencia en redes varias veces.

En realidad, Haila era muy inteligente, pero a veces se dejaba engañar por las apariencias.

Haila asintió de inmediato. —Anita dice que es un buen programa, entonces lo veré. De hecho, mis compañeros me lo han recomendado estos días.

Mientras hablaban, Lucas llamó a Haila.

Al escuchar cómo Haila preguntaba, Ana sonrió para sí.

Parece que la persona que mejor entendía a Hailita seguía siendo Ignacio. Después de todo, era su hermano y sabía cómo guiarla adecuadamente.

Probablemente Lucas había dicho algo más, porque la expresión en el rostro de Haila se tornó más sombría.

Luego colgó el teléfono.

Ana no preguntó más, sino que, tras intercambiar unas palabras con Haila, se marchó.

Haila se quedó de pie frente a la entrada de KFC, observando cómo el auto de Ana se alejaba.

Entonces, Lucas llamó de nuevo.

—Hailita, en realidad era mi tía quien llamó. Ella consiguió el dinero, así que ya no necesito molestarte, ni tampoco hacer que el director intervenga. Ahora voy a pagar. Te amo, Hailita.