Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1382

Javier adoraba el pan y lo abrió inmediatamente para echar un vistazo.

—¡El pan que hace Ana es tan delicioso! ¡Los panes de la panadería no son tan buenos como los que hace Ana!

Ana sonrió y respondió: —Cuando tenga tiempo, te haré más y te los llevaré. Y recuerda, cuando no haya competencias, debes acostarte temprano.

Javier siempre escuchaba a Ana. —Está bien, lo sé. Tengo algunas competencias estos días, pero descansaré después de terminarlas. Por cierto, Ana, ¿cómo han estado tú y Alejandro estos días? ¿Se ha acordado de algo del pasado?

Él admiraba a Alejandro, pero también guardaba resentimientos; Ana lo había esperado más de tres años y, justo cuando Alejandro regresó, lo hizo sin memoria. Ahora parecía que los problemas solo se acumulaban.

Ana asintió. —Estamos bien ahora.

—Si él te molesta por su amnesia, dímelo —Javier frotó los puños. Practicaba boxeo todos los días, así que protegerla no sería un problema.

Después de charlar un rato, Ana fue a encontrarse con Haila en el KFC al otro lado de la escuela.

Haila llegó corriendo y jadeante. —Anita, un compañero necesitaba algo de mí. ¿No has esperado mucho, verdad?

—Siéntate y descansa un momento, acabo de llegar hace dos minutos.— dijo Ana.

Haila suspiró aliviada. —Eso está bien. Mientras corría hacia aquí, solo pensaba en no llegar tarde.

Era muy puntual y detestaba que otros desperdiciaran su tiempo por falta de puntualidad.

Por eso, si hacía esperar a alguien, se sentía muy mal.

—¿Qué te gustaría comer? —preguntó Ana.

—Hamburguesa de muslo de pollo, alitas de pollo picantes y una Coca-Cola —Haila no iba a KFC muy a menudo, principalmente porque trataba de controlar su peso, y comer demasiado seguido podría hacerla engordar fácilmente.

Pero también le dará mucha hambre.

Así que de vez en cuando, también comerá.

A pesar de estar ocupado, él aún la llamaba para asegurarse de que había comido bien.

Cada vez que terminaban una llamada y se despedían, él siempre decía "te amo".

Sin embargo, Haila no podía evitar preguntarse si era solo su sensibilidad la que le hacía sentir que Lucas no la quería realmente.

—Lo más importante en una relación son los sentimientos. Aunque a veces también hay que confiar en ellos —Ana la miró con seriedad.

Era evidente que esta vez, cuando Haila mencionaba a Lucas, no lo hacía con el mismo tono romántico y apasionado de sus videollamadas anteriores.

De repente, Ana comprendió por qué Ignacio no tenía tanta prisa en revelar la verdadera cara de Lucas.

Él quería minimizar el daño a Haila.

Cuando el amor se desvanecía poco a poco, el dolor que se sentía también era mucho menor.