Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1447

Aunque estaba sola, eligió su comida según sus gustos.

Mientras chateaba con amigos por el celular, disfrutaba de su comida.

De repente, alguien se sentó frente a ella.

Justo cuando levantaba la cabeza para preguntar, vio que la persona frente a ella era Lucas.

Inmediatamente frunció el ceño: —¿Por qué estás aquí?

Lucas mostró su descontento con la actitud de Haila: —Después de todo, somos novios. Aunque han pasado muchas cosas últimamente, no deberías tratarme así cuando me ves, Haila. Me estás rompiendo el corazón.

Al oír esto, Haila no pudo evitar rodar los ojos: —Ya basta, no hables más.

Estos últimos días había estado reevaluando su relación con Lucas.

Cuanto más lo pensaba, más se daba cuenta de que había sido realmente tonta antes, como si su inteligencia hubiera disminuido.

Desde el principio, Lucas había usado todo tipo de excusas para presionarla, haciéndola creer que, como ella tenía dinero, debía gastar más para que ambos pudieran ser felices. Básicamente la había manipulado.

Sin embargo, esos eran simplemente los trucos de Lucas.

Lucas parece tener un alto autoestima, pero se ofende fácilmente si alguien tiene una opinión diferente sobre él.

En realidad, era un desvergonzado.

Disfruta sin remordimientos de lo que otros le ofrecen.

Era pues terrible que antes no se diera cuenta de sus malas intenciones.

Ella aún carece de experiencia social, incluso prefería no pensar mal de las personas.

Lucas frunció el ceño: —¿Todavía no lo has entendido después de tantos días? He estado esperando que me llames, Haila. ¿Nuestra relación no puede sobrevivir a estos pequeños contratiempos? Antes decías que me querías.

Haila, con el rostro inexpresivo, ni siquiera miró el amuleto: —No lo quiero, y tampoco necesitas disculparte conmigo. Llévate esto.

La expresión de Lucas cambió drásticamente, y de repente agarró la mano de Haila.

Entonces, como si fuera accidental, permitió que el cuchillo que estaba junto a ellos para cortar el filete atravesara la mano de Haila.

La piel de Haila era muy delicada, y aunque el cuchillo para filetear no era tan afilado, ¡aún así la cortó!

Una fina herida comenzó a sangrar rápidamente.

Lucas rápidamente tomó el amuleto de jade y lo manchó con la sangre de la mano de Haila.

Haila gritó de dolor: —¿Qué haces, idiota?

Lucas respondió rápidamente, disculpándose sin cesar: —Lo siento, lo siento, no fue a propósito. Te llevaré al hospital ahora mismo.