Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1446

No habían transcurrido ni unos minutos cuando Antonio regresó.

Ana miró hacia Antonio: —¿Qué desea hacer?

—Él quiere que señora Ana visite la casa ancestral de los García, mencionó que no está muy limpia, parece que hay algo maligno, su familia ha estado bastante inquieta últimamente. —Explicó Antonio.

Al escuchar esto, Marta resopló fríamente: —Como siempre, no viene a menos que necesite algo, ¿quién se cree que es para pensar que, si él solicita a Ana que vaya, ella accederá?

Antonio asintió y dijo: —Exacto, su actitud era bastante arrogante, como si venir personalmente a pedir a la señora Ana fuera un gran honor para ella, realmente se tiene en muy alta estima. Yo directamente lo rechacé, señora Ana todavía está recuperando su salud y no debe exponerse. No vale la pena que se lastime otra vez por su familia.

—Está bien, vete. —Marta estuvo de acuerdo.

Ana no dijo nada.

Recordó lo que Edgardo había mencionado cuando visitó la casa de los García hace poco.

En la casa de los García realmente había algo maligno, utilizado por Edgardo para ayudar a Alejandro.

Dijo que Alejandro pudo regresar gracias a esos seres malignos, pero ella siempre ha sospechado que el accidente de Alejandro en Arena Blanca también estaba relacionado con esos seres. Así que visitar la casa ancestral de los García era algo que quería hacer eventualmente.

Pero no ahora.

Por ahora, prefería pasar tiempo con su abuela y esperaría un poco más.

Cuando Antonio estaba cerca de la puerta, ella lo detuvo: —Antonio, dígale que iré a la casa ancestral de los García en medio mes.

—Ok.

Después de que Antonio se fue, Marta todavía mostraba un semblante serio: —Ese hombre se ha vuelto aún más desagradable con los años.

—Pero su dinero no es desagradable, en medio mes iré a sacarles un buen dinero. —Dijo Ana entre risas.

Marta no pudo evitar reír: —¡Ay, tú!

Ana dormía de manera intermitente.

Escuchó un ruido al lado.

Abrió los ojos, aún adormilada, y vio una figura familiar: —¿Has vuelto?

—Sí, duerme. —Alejandro abrazó a Ana, inclinó la cabeza y le dio un beso en la frente.

Ana se acurrucó en los brazos de Alejandro y volvió a dormirse.

Alejandro, después de abrazar a Ana, también cayó dormido rápidamente.

...

Haila fue a un restaurante al mediodía como de costumbre.