Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1460

Recordaron cómo se habían conocido y casado por primera vez.

Marta despertó de repente y, al escuchar a Alejandro hablar de los viejos tiempos, las lágrimas surcaron con tristeza su cara.

—¿Lo recuerdas? Eso fue maravilloso, fue algo muy lindo. Ahora abuela puede estar tranquila. —Dijo Marta, mirando con alivio primero a Alejandro y luego a Ana.

Ella sabía que esta vez, probablemente, no podría seguir adelante.

Sin embargo, aún quedaba con alegría una sorpresa más.

—Tú, cuida bien de Ana. —Le advirtió a Alejandro, preocupada.

Habían enfrentado numerosas dificultades, especialmente durante los cinco años en que no pudieron tener hijos. Cinco años, que para una joven representan realmente toda una juventud.

Aunque confiaba plenamente en Alejandro y Ana, las personas malintencionadas eran demasiadas, siempre causando problemas aquí y allá.

Esto era algo preocupante.

Pero ahora, ella estaba demasiado débil para hacer algo al respecto.

Tras explicarles todo a ambos, Marta no pudo evitar sentirse exhausta y cerró los ojos poco a poco, volviendo a dormir.

Ana y Alejandro observaron cómo Marta cerraba los ojos débilmente y ambos se conmovieron demasiado.

—Salgamos y dejemos que la abuela descanse un poco. —Propuso Ana con dulzura, tomando la mano de Alejandro.

Alejandro obedeció y ambos salieron de la habitación.

Frente a la puerta del hospital, Alejandro, con el rostro pálido, preguntó: —¿por qué dices que Narciso no vivirá mucho tiempo?

Acerca de este hombre, antes de recuperar la memoria, ya sentía una aversión instintiva, y ahora, tras haber recuperado poco a poco sus recuerdos anteriores... Narciso había vivido suficiente.

Ana lo confirmó.

Viendo las acciones de Narciso a lo largo de los años, su muerte no sería fácil.

Pero...

Miró hacia la cama, Narciso no se había movido desde que lo vio por última vez, y seguía allí inmóvil.

Inquieta, se acercó más a la cama.

Cuando bajó la vista y vio el pálido rostro de Narciso, gritó aterrorizada.

—¡Aaaaah!

Su grito atrajo asustado al personal que trabajaba fuera.

Pronto.

La noticia de la muerte de Narciso en el hotel se esparció como pólvora en todos lados.