Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1483

Pero a él eso no le importaba.

Había dejado la universidad, y con los recientes escándalos colgando en temas populares, su piel se había vuelto más gruesa. Lo importante de todo esto era que no podía perder a Haila.

¡Definitivamente necesitaba a Haila para ascender a otro nivel social!

Apretó los dientes con fuerza y llamó a Verónica: —Mi padre ha sido hospitalizado de urgencia, dicen que es cáncer de huesos y no tengo dinero. ¿Podrías prestarme 14,000 dólares? Cuando la compañía empiece a generar ganancias, te pagaré el doble...

Que descarado, planeaba gastar esos 14,000 dólares...

O quizás dar otra vuelta por el casino, podría tal vez tener la suerte de duplicar y recuperarlo todo.

Sentía que su suerte estaba a punto de cambiar.

...

Ana enseguida se enteró de la situación de Haila a través de Ignacio.

Supo que Haila y Lucas habían terminado por segunda vez.

Ignacio aún estaba algo preocupado por ella: —¿Podría Haila ser engañada por malas influencias otra vez?

—Espera un par de días más, terminaré de dibujar un amuleto de protección y luego te lo daré para que se lo pases a Haila. Ella debería llevarlo en su bolso todo el tiempo. Si se encuentra con una situación similar de nuevo, donde alguien intente dañarla con malas influencias, prácticamente no surtirá efecto, a lo sumo causará algunos problemas menores como dolores de cabeza o fiebre. —Dijo Ana.

Ignacio se tranquilizó un poco: —Bien, gracias por tu valioso esfuerzo.

Ana respondió que no era nada, y justo cuando estaba a punto de colgar, oyó de forma vaga una voz femenina llamando a Ignacio.

La voz era suave y seductora.

Escucharla hacía que a uno se le erizara la piel.

¿Había ocurrido quizás algo en casa?

Algo que hiciera que Ignacio actuara con tal seriedad de repente, tenía que estar relacionado directo con ellos dos, ya que los otros parientes, los que son públicamente reconocidos, nunca lo harían actuar de forma tan seria.

—¿Te reconciliaste con Lucas recientemente? —Preguntó con cierta curiosidad Ignacio.

Haila de repente se quedó boquiabierta: —¿Lo sabías? En realidad... no es una reconciliación, no sé qué me pasó, pero le creí todo lo que decía, y aunque sabía muy bien que podría estar engañándome, no podía controlar sencillamente mis sentimientos hacia él. Pero estos últimos días he vuelto en mí, y hemos terminado otra vez. No te preocupes por mí, ya lo he manejado.

Expresar esto la hacía sentir algo avergonzada y culpable.

Había afirmado con seguridad que terminarían, y luego, después de un tiempo, se habían reconciliado. En realidad no entendía muy bien qué le había dado Ignacio para beber en ese tiempo.

—Eres bastante inteligente, no eres de las que cometen el mismo error después de una falla. ¿No te has preguntado por qué Lucas pudo confundir tu mente? —Ignacio suavizó su tono.

Haila se quedó sorprendida por unos segundos, dándose cuenta demasiado tarde: —¿Sabes algo al respecto?