Resumo do capítulo Capítulo 1518 de Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate
Neste capítulo de destaque do romance Segunda oportunidad Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
Javier simplemente no podía aceptar a personas tan autoritarias.
No, dependía de quién fuera.
Con algunas personas, simplemente no aceptaba de ninguna manera.
Sonrió con ironía: —Ya te dije, habla directamente tus intenciones, no intentes recordar viejos tiempos conmigo, no tenemos ningún pasado que recordar entre nosotros.
Julio estaba a punto de enloquecer por culpa de su despreciable hijo.
Sin embargo, estaba preparado para lo que viniera.
En unos pocos respiros, calmó su ánimo.
—La razón por la que los he buscado a ustedes, los hermanos, es que hay algo en lo que solo ustedes pueden ayudarme ahora. —Julio suspiró profundamente.
Después de decir eso, parecía que había envejecido bastante, lo que fácilmente despertaba una gran compasión en los demás.
Javier pensó que Julio fingía muy bien: —¿Nosotros ayudarte? ¿Qué podríamos hacer por ti?
—Solo es una pequeña cosa, dime primero, ¿puedes prometerlo? Por ejemplo, algo tan pequeño como simplemente donar sangre, ¿podrías hacerlo por mí? —Julio preguntó esto mientras miraba fijamente a Javier.
Javier levantó con cierta curiosidad una ceja: —¿Donar sangre?
Lo evaluó de arriba abajo a Julio: —No será que has hecho tantas cosas malas que ahora tienes hasta leucemia o algo por el estilo y necesitas que nosotros tres donemos médula ósea, ¿verdad?
Al oír esto, Julio desvió la mirada, evitando de esa manera el contacto visual con Javier y hasta parecía esquivarlo: —No, no estoy enfermo, solo es un ejemplo.
—Oh, no puedo creerlo. —Respondió Javier de manera decisiva.
Julio observó cómo Javier se alejaba sin mostrar el más mínimo interés en quedarse, y golpeó con fuerza el volante.
¡Ellos nunca pensaron en él, su padre! ¡Lo trataban como a un enemigo!
En ese momento, sonó el celular.
Al ver quién llamaba, Julio ocultó la ira que lo embargaba.
Contestó la llamada.
—¿Cómo va todo? ¿Alguno de ellos aceptó ayudarte? —Preguntó la mujer al otro lado del teléfono, su voz sonaba bastante débil.
Julio miró hacia la figura de Javier entrando al hotel y suspiró melancólico: —Después de tantos años sin vernos, es difícil para ellos aceptarme y aceptar ayudarme.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate