Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1546

Norma observaba nerviosa cómo sus padres discutían, y se tapó los oídos.

—¿Por qué siguen peleando? ¿Acaso no les importa matarme de disgusto?

Julio y Alba ya no mostraban el amor que alguna vez se habían profesado. Aunque ese sentimiento se había desgastado poco a poco con los años, antes podían fingir, pero ahora ya no era posible.

Ya no podían seguir fingiendo más.

Sus mentes estaban inundadas de engaños y traiciones mutuas.

El desprecio era mutuo.

—¡Esto era culpa de ellos! ¡Si no fuera por eso, ustedes no estarían así!

Gritó Norma, enfurecida.

Anteriormente, su hogar era tan feliz que todos quienes la conocían la envidiaban demasiado, comentaban cuán afortunada era de tener unos padres amorosos y además de buena situación económica, deseaban estar en su lugar. Ahora, ella había contraído esa desafortunada enfermedad y la relación de sus padres se había deteriorado.

Antes, ella sabía que tenía algunos hermanos, pero en esos momentos pensaba que la madre de sus hermanos no era lo suficientemente buena, de otro modo, ¿por qué su padre no se quedaba con ellos en lugar de con su madre?

Ella no deseaba el afecto de esos hermanos para nada, ¡ella era la única e incomparable de la familia! Sus padres la adoraban como su gran tesoro.

—Norma, no te enojes, ciertamente es culpa de ellos. Pero papá y mamá encontrarán una solución, te pondrás bien. Mamá no permitirá que sigas sufriendo de esa manera por la enfermedad. —Alba realmente se preocupaba demasiado por su hija más que por nada en el mundo.

Por su hija, era capaz de hacer cualquier cosa.

Aunque Julio sentía rencor hacia Alba, eso no le impedía preocuparse por su amada hija.

Después de todo, él la había criado, su amor por ella era tan profundo.

Media hora después.

Julio usó un número desconocido para llamar a Elena.

No era que no quisiera usar su propio celular, sino que Elena lo había bloqueado, por lo que tuvo que usar definitivamente otro número.

Mientras estaba nervioso por si Elena contestaría, ella finalmente lo hizo después de unos cuantos tonos de llamada.

—Hola.

La voz de Elena sonaba alegre y se podía oír el viento de fondo, tal vez estaba al aire libre.

Aunque era una voz familiar, Julio sentía que la Elena de ahora era una completa extraña para él, ya no era la mujer que había despreciado y abandonado hace veinte largos años.