Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1558

—¿Manuel se va a casar?

Pablo se refería a Manuel como su segundo hermano.

Así era como Ana también lo llamaba.

Ana estaba sorprendida: —¿Casarse? ¿Cómo es que no lo sabía?

En estos años, Manuel no había cambiado de opinión, seguía siendo un no-matrimonialista, ni siquiera quería enamorarse, solo tenía ojos para el incansable trabajo, solo actuar y seguir más.

—Era otra noticia falsa, acabo de ver un tema de tendencia que parecía un pequeño ensayo, contando cómo Manuel conoció a esa modelo y hasta dónde había llegado, era detallado y claro. Quien no conociera a Manuel podría pensar que era verdad. —comentó Pablo con una mueca.

Estas noticias de entretenimiento solían ser falsas.

Ana también se mostró algo incrédula: —Tal vez alguien esté usando a Manuel para promocionarse, no hay que tomarlo en serio.

Este tipo de noticias falsas aparecían de vez en cuando.

Los periodistas de hoy en día fabricaban historias que parecían tan reales como si hubieran ocurrido.

—La lluvia aún sigue, me voy al hotel de al lado, si pasa algo llámame esta noche. —dijo Ana después de organizar su trabajo y dirigirse a Pablo.

Pablo respondió respetuoso: —Está bien.

Justo cuando Ana se iba y Pablo estaba a punto de buscar a don Fernando, Haila llamó de repente.

—¿Cómo se te ocurrió llamarme? —Pablo estaba sorprendido.

Desde que Haila se fue a estudiar al extranjero el año pasado, a veces pasaban tres o cuatro meses sin hablar debido a la diferencia horaria.

Haila preguntó con cierta curiosidad: —¿Recuerdas que hace más de dos años te dije que sospechaba que Ignacio estaba enamorado?

Pablo pensó seriamente: —Me parece que sí mencionaste algo al respecto.

Sabía que si intentaba preguntarle a Teresa, ella tal vez no diría nada.

En cuanto a Ignacio, a menos que ella lo atrapara in fraganti, él nunca lo admitiría.

Pablo preguntó: —¿Me llamaste para que te ayude a confirmarlo? ¿O para que contrate a un detective para investigar? ¿Qué deseas hacer? Pero eso no funcionaría, ¿qué detective se atrevería a investigar a Ignacio?

Haila se rió: —Tienes razón, en ciudad A ningún detective se atrevería a investigar a Ignacio, pero tú podrías acercarte un poco a Teresa para averiguarlo, y si logras ver a Ignacio y Teresa juntos, eso sería aún mejor, tendría una razón válida para regresar a casa.

—Haila, ¿todavía no me conoces? No soy de los que persiguen a alguien. —Pablo se negó rotundamente.

Haila apresurada lanzó un anzuelo: —Así, yo te ayudo a conocer a Teresa, y no tienes que perseguirla. Solo te crearé oportunidades para que se encuentren, y tú solo necesitas ir a verla sin problema. Podría cumplirte algo, lo que me pidieras en el futuro, lo haría ¿Qué te parece?

Pablo se iluminó al pensar que Haila accediera a hacer algo por él a cambio.

Parecía ser un buen trato.