Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1564

Simplemente no podía conciliar el sueño.

Abrió entonces las cortinas.

Aún no había amanecido.

Pero la lluvia había cesado.

La noche anterior, había visto el pronóstico del tiempo, y se esperaba más lluvia para hoy.

Siempre que no fuera un torrencial aguacero o cualquier otro tipo de mal tiempo, no debería afectar el vuelo.

Al pensar en esto, no pudo evitar soltar una ligera risita.

¿Estaba extrañando a Alejandro?

Él solo había estado fuera unos pocos días, y no era la primera vez que se ausentaba por trabajo en estos últimos años.

Quizás era porque no había visto el sol en los últimos dos días, siempre estaba nublado y llovía, lo que afectaba un poco su estado de ánimo.

Casualmente, abrió una botella de agua mineral.

La frescura del líquido la hizo sentirse más despierta.

Había tenido un sueño esa noche; en el sueño, ella y Alejandro parecían discutir por algunos malentendidos, desconfiando el uno del otro.

Ese tipo de sueño, una vez que le ocurría, era difícil calmarse.

Probablemente era porque estos dos años habían sido bastante tranquilos y felices, por lo que un sueño que parecía una advertencia realmente desordenaba por completo su raciocinio.

Sonrió para sí misma.

Mejor iría a trabajar.

Fátima le había enviado algunas imágenes de diseños para pedir su opinión, y todavía no había tenido tiempo de mirarlas.

—

Aeropuerto.

Hoy todos los vuelos hacia la ciudad A operaban con normalidad.

El asistente Eduardo había estado algo inquieto al cambiar el boleto para el vuelo de hoy, temiendo que el avión de hoy también tuviera retrasos o cancelaciones, pero para su fortuna el clima en la ciudad A estaba bien, no como el día anterior.

A veces solo eran simplemente sus intuiciones.

No siempre eran acertadas.

Sin embargo, no pudo evitar mirar hacia Victoria una vez más.

Victoria ya se había sentado tranquila, aún seguía con la cabeza baja, sin mirar a nadie, y a diferencia de muchas otras personas, no estaba aburrida jugando con su celular, tampoco se sabía en qué pensaba en ese momento, parecía estar distraída.

Mientras Eduardo observaba de reojo a Victoria, ella claramente podía sentirlo.

Continuó sin atreverse a levantar la vista ni mirar en su dirección.

Temió que Alejandro descubriera algún motivo oculto en su presencia aquí, aunque este era un aeropuerto y sin problema alguno cualquiera podía venir.

Pero a veces, las coincidencias continuas podían hacer que uno fuera cauteloso.

No quería dejar una mala impresión en la mente de Alejandro.

Solo quería que su primer amor tuviera un comienzo perfecto.

Tomó una profunda respiración.