Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1569

Alejandro bajó directo a abrir la puerta.

El asistente Eduardo había organizado que el personal del restaurante entregara la comida.

Había una mezcla de exquisitos platos de carne y vegetales, ocho platos en total y una sopa.

Todos eran del gusto habitual de ambos.

Ana estaba tan agotada que no tenía fuerzas para nada.

Alejandro, con una amplia sonrisa en su rostro, bajó a Ana de la cama en brazos.

—Come un poco más.

Aunque Ana tenía hambre, estaba demasiado débil para comer: —Prefiero mirarte comer.

Alejandro probó unos cuantos bocados y la miró: —No está tan bueno como lo haces tú.

No era un cumplido para Ana, era la verdad.

Los platos hechos por otras personas a veces ni siquiera podía terminar un plato, pero los preparados por las maravillosas manos de Ana, que coincidían con su paladar, podía con rapidez acabar dos platos.

Ana lo miró con desaprobación: —Si no hubieras sido tan intenso antes, exigiendo hacerlo tantas veces, yo ya habría preparado los ingredientes en la cocina. Solo me habrían tomado diez minutos hacer dos platos, pero ahora ni siquiera tengo energías ni para comer.

Alejandro se rió: —Tienes toda la razón.

Prefería satisfacer primero sus deseos carnales antes que llenar su estómago.

—

Días después.

Justo cuando Ana salía del trabajo y se preparaba para conducir a casa, una inesperada llamada de Lourdes cambió sus planes.

—Últimamente una joven ha estado acosando a mi esposo. Justo ahora estaba en el hospital con los niños para vacunaciones, y cuando salí, esta chica vino a decirme que ella es la esposa de mi marido, que yo le robé a su esposo. También dijo que en una vida pasada ella se casó con Salvador y que ni siquiera había conocido a mi marido, hablaba como si realmente fuera cierto. No sé si me asustó, pero no puedo calmarme, Anita. Vamos a cenar esta noche, necesito hablar con alguien. Quiero que me escuches.

Ahora, eran amigas íntimas.

Lourdes tomó un sorbo de agua.

Quizás por la presencia de Ana, se sentía más tranquila. Curiosamente, antes de ser madre, había tomado este tipo de situaciones a la ligera, casi como una broma. No sabía muy bien por qué, pero no podía tranquilizarse, incluso su mente se agitaba de forma incontrolable martillando una y otra vez las palabras de la joven.

¿Y si hubiera cedido a la presión familiar y se hubiera casado con Salvador? ¿Cómo sería su vida ahora?

Si no hubiera ido al extranjero, entonces no habría conocido a Joaquín Álvarez, ni tendría un matrimonio tan feliz y pleno como ahora.

Precisamente porque su matrimonio era feliz y completo, no quería que tuviera ningún tipo de fisuras.

—De hecho, hace unos días recibí un mensaje de ella. Se llama Dolores, es la hija de un compañero de armas del padre de Joaquín, se conocieron de niños, es ocho años menor que Joaquín. Dice que deberían haberse conocido este año y casarse, también mencionó algunos detalles de la vida de Joaquín que son correctos. Pero, ¿realmente existen personas que renacen? No te rías, pero estuve pensando con detenimiento en esto, ¿soy realmente la tercera en su relación? Además, cuando Joaquín habla de ella, no veo el disgusto de ser acosado, solo veo en él una ligera resignación. ¿Será verdad lo que dice Dolores?

Lourdes estaba preocupada, dudando de todo lo que estaba experimentando, así como de su esposo Joaquín.

Ana escuchó, sorprendida; en su vida pasada no conocía la relación entre Joaquín y Dolores, tampoco sabía si Lourdes y Salvador se habían casado.