Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1629

El suave aroma del café nos envolvió por completo.

Aún sin haberlo probado, ella ya sentía que la demora casi no la afectaba.

—¿Qué te gustaría comer después del café? Hay un nuevo restaurante tailandés cerca que está bastante bien. —Dijo Teresa con un tono de voz suave.

Sus palabras eran reconfortantes.

Haila no tenía mucho apetito: —Comí algo antes de salir, ahora no tengo mucha hambre, ¿y tú, tienes hambre? Si es así, puedo acompañarte a comer algo primero.

—Yo tampoco tengo mucha hambre. —Respondió Teresa con una linda sonrisa.

Al igual que Haila, ella había comido algo antes de salir de casa y siempre tenía pan en casa, a veces comía uno si sentía algo de hambre, lo que a veces le hacía olvidar comer.

—Teresa, hemos sido amigas durante tantos años, y en realidad no tenemos secretos la una de la otra, ¿verdad? —Haila había venido a ver a Teresa hoy expresamente para aclarar algunas cosas.

También quería entender mejor.

La actitud de Ignacio...

La verdad no la satisfacía.

El pecho de Teresa se agitó por un momento y, con una sonrisa amarga, preguntó mientras miraba hacia nerviosa abajo: —¿Acaso, ya sabes sobre mi relación con tu hermano?

De hecho, cuando Haila la llamó para encontrarse, ya había sospechado algo.

Había llegado en un vuelo de medianoche el día anterior, y hoy había venido a verla, eso no era típico de Haila, quien por lo general se quedaría en casa a descansar por un par de días.

—Sí. ¿Lo has pensado muy bien? Ignacio... puede que no sea la persona más adecuada para ti. Hasta ahora no ha querido casarse contigo, ni siquiera me ha dicho que eres su novia, ¿crees que podrá tratarte bien en el futuro? —Haila no intentaba hacer que Teresa se sintiera más triste.

—ElÉl siempre me ha gustado. Antes no podía hablar de esto contigo, en realidad, antes de estar con Ignacio, intenté salir con otras personas, pero no pude aceptarlo. Haila, sé que él no se casará conmigo, pero eso ya lo he superado. Si no podemos casarnos, así será, viviremos el momento y apreciaremos el tiempo que podemos estar juntos. —Teresa le dijo a Haila con una sonrisa.

Haila escuchó atenta con los ojos llorosos, sintiendo mucho dolor: —Eres tan maravillosa, ¿por qué te enamoraste de Ignacio y desperdicias tu juventud con él? No digo que Ignacio sea malo, pero en cuestiones de amor, en realidad no es alguien en quien puedas confiar toda la vida. A menos que él mismo decida casarse contigo, su relación es algo incierta.

—Estos últimos dos años, he estado pensando una y otra vez en nuestra relación. Hace poco intenté terminar con él, pero fue demasiado doloroso. Luego pensé que quizás lo amaba demasiado, así que acepté su manera de ver el amor. —Teresa dijo con una sonrisa algo amarga.

Parecía que Ignacio era un obstáculo que nunca podría superar en su vida.

Ignacio la rescató de un abismo años atrás, y ahora, ella está dispuesta a hundirse por él.

Haila, con el corazón roto, dijo: —Tú... yo...

—Sé que te preocupas por mí, no te preocupes. Aparte de no casarnos, él ha sido muy bueno conmigo estos últimos años. —Teresa consoló a Haila.