Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1641

Ella observó atenta a la mujer que tenía enfrente, sosteniendo varias prendas de ropa, y entusiasta le preguntó.

—¿Un representante de marca? ¿Estás acaso interesada en colaborar con nosotros? Ah…, excelente, espera aquí en esta sala de descanso. Iré a buscar a nuestra presidenta, Susana. —La mujer parecía algo incrédula y emocionada.

Victoria no se sorprendió al oírla, ya que había investigado en línea acerca de la empresa de Susana.

Llamarla empresa era, en realidad, un término demasiado generoso, más bien se trataba de un simple estudio que vendía productos a través de transmisiones en vivo por internet, con una atractiva presentadora, y Susana también participaba en las transmisiones nocturnas.

Las ventas durante las transmisiones no eran elevadas, y tal vez la empresa aún se encontraba en una etapa de pérdidas, sin tener para cubrir siquiera los costos operativos.

Que un representante de marca se acercara a ellos para proponer una colaboración parecía casi ser un milagro.

Sin embargo, en menos de diez minutos, Victoria se encontró con la dichosa Susana.

—¿Eres tú? ¿Cómo encontraste este lugar?

Preguntó Susana, sorprendida al ver a Victoria, pero de inmediato recuperó la calma.

Victoria, enojada, exclamó: —Susana, ¿por qué me hiciste esto? Me entregaste esa cosa embrujada, me hiciste creer que había renacido y luego, descaradamente, me enredé con Alejandro, atrayendo tantos problemas. Yo ni siquiera te conocía antes, no tenía nada contra ti. ¿Por qué me hiciste algo así?

—¿Yo te hice? ¿Qué es lo que te hice? Solo te vi en el parque, parecías estar muy triste y simplemente quería consolarte dándote un pequeño regalo. ¿A qué te refieres con 'cosa embrujada'? Solo te di un regalo sin pedir nada a cambio para hacerte feliz, y ¿ahora resulta que soy la mala? —Respondió Susana con una sonrisa burlona.

Ella no parecía tener miedo de Victoria en lo absoluto.

Victoria, con los ojos rojos de ira, la confrontó: —¿Crees que voy a creer en tus palabras? ¿Ayudarme? ¡Me estás haciendo daño! Lo tenía muy claro cuando vine aquí. Era evidente que tenías algún problema con Ana o Alejandro, de lo contrario, ¿por qué usarías a alguien como yo para fastidiarlos?

Al escuchar la mención de "tener rencor", los ojos de Susana se entrecerraron poco a poco, ocultando el intenso odio que albergaban.

Luego, con cierto sarcasmo, replicó: —Desde el principio, tu intención fue seducir a Alejandro. Cuando viste a Alejandro y Ana tan enamorados, solo supiste llorar. Sabes alguien tan inútil como tú no podría lograr nada grande. En lugar de venir a buscarme, mejor piensa en cómo resolver tus propios problemas. Si no pudiste acostarte con Alejandro, entonces quizás debiste intentarlo con Enrique.

Victoria, roja de ira, miró furiosa a Susana: —¡Tú! ¡Todos en internet dicen que ese objeto maligno es perjudicial! Aunque pueda ayudar a cumplir algunos sueños, termina causando mala suerte y confusión mental. ¡Debes deshacerte de ese objeto maligno que me diste! ¡Ayúdame a eliminar también los recuerdos de renacimiento de mi mente!