Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1642

Victoria retrocedió paso a paso al ver la mano que se extendía frente a ella.

No creía en las palabras de Susana.

¡Susana era una estafadora!

Además, su cambio de expresión repentino resultaba aterrador.

—¡Ya no te creo!

Después de decir estas palabras, empujó a Susana y corrió directo hacia la salida.

Susana intentó detener a Victoria, pero no logró atraparla.

El edificio de oficinas estaba lleno de gente, y no pudo impedir que Victoria escapara corriendo.

De manera repentina, Victoria logró calmarse poco a poco y no se dejó controlar por el maléfico.

Al principio, Victoria confiaba únicamente en su memoria y no se preocupaba por lo que otros dijeran, incluso si le decían algo, no sería fácil de convencer.

Porque, tan pronto como consideraba la posibilidad de creer, surgía un pensamiento advirtiéndole que no creyera, que no podía creer.

Parece que el día que Victoria fue a buscar a Alejandro y vio a Ana, algo la afecto.

Sorprendida.

Tomó una profunda respiración.

—De acuerdo, he esperado tanto tiempo, ¿acaso no era precisamente para encontrarme con Ana?

...

A las cinco de la tarde.

Ana estaba a punto de dejar el trabajo cuando el jefe de seguridad la llamó, indicando que alguien la buscaba y que se identificaba como Victoria.

—Di que ya me he ido. —Respondió Ana de inmediato.

El jefe de seguridad continuó: —Me temo que eso no será posible. Ella dice que no se irá hasta verte y que esperará en este lugar hasta que llegues. También mencionó que quiere contarte todo lo que sabe.

Ana palideció y guardó silencio por unos segundos: —Está bien, dile que me espere un momento.

Unos minutos más tarde.

Al ver que Ana guardaba silencio, Victoria mordió su labio, luchando por tratar de hablar. Después de dudar por un momento, al final dijo: —¿Me puedes ayudar? Estoy... en realidad sufriendo a causa de este maléfico. Siempre me impide calmarme, parece que estoy constantemente en un delirio y ya no lo soporto más. Sabes... reconozco que antes estaba equivocada, te causé problemas a ti y al presidente Alejandro, también sé que estaba demasiado cegada por mi confianza, por eso no te creía. Espero que puedas perdonarme algún día y ayudarme a liberar de este ser maligno, ¿podrías?

Desde las palabras suplicantes de Victoria, Ana pudo percibir su miedo.

Si Victoria no hubiera tenido la capacidad de auto reflexión y resistencia, no estaría buscando liberarse del ser maligno.

Si en lo más profundo de su corazón aún albergara codicia, entonces seguiría siendo controlada por el ser maligno, incapaz de liberarse de las malas influencias, creyendo que las ilusiones creadas por la brujería eran reales.

Viendo que Ana permanecía en silencio, sin responder, Victoria comenzó a llorar: —Lo que paso antes, fue toda mi culpa y reconozco mi error, espero que puedas perdonarme esta vez. ¡En realidad de corazón acepto que me equivoqué! Pero de ahora en adelante, si alguien me ofrece algo, no lo aceptaré tan fácilmente y no seguiré molestando al presidente Alejandro.

Después de los eventos de los últimos días, ella había visto con claridad que Alejandro nunca la amaría.

En el corazón de Alejandro, solo había espacio para Ana, todos los demás eran solo complementos para él.

Ella envidiaba ese tipo de amor profundo.

Pero...

No podía ilusionarse con ser la tercera en una relación, no soportaría las consecuencias.