Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1656

Un padre mencionó en el grupo de chat, [Mi hijo también lo dijo, él detesta a Julieta. Julieta siempre lo empuja. No quise mencionarlo en el grupo antes, ni pensé en hablar con los padres, simplemente me comuniqué directamente con el maestro. ¡Y resulta que su comportamiento no ha cambiado en absoluto!]

[Otro padre respondió, ¡Ella no cambiará! ¿No ves que sus padres ni siquiera creen que esté equivocada?]

[Un tercer padre añadió, Nuestra hija también fue acosada por Julieta. Pensé que era solo un poco de juego entre niños y no le di mucha importancia, pero en los últimos días, mi hija llegó a casa diciendo que Julieta siempre le roba sus cosas. ¡Parece que sus padres no intervienen, sino que la alientan! Sería mejor que ella dejara la escuela. ¿Acaso su hija es la única que importa, y los hijos de los demás no son valiosos y solo están para ser acosados por su hija?]

[Otro comentario fue, ¡Sus hijos acosan y sus padres también! Incluso querían que la madre de Josefina se disculpara, ¿cómo tienen el coraje? Mi hijo también lo dijo, a nadie le gusta Julieta porque siempre está golpeando y robando cosas, y si no consigue lo que quiere, empieza a llorar, arruinando el juego para todos.]

[Uno más agregó, Nuestro hijo también lo dijo.]

Pronto, casi todos los padres de la clase se unieron para criticar a los padres de Julieta en el chat grupal.

El padre de Julieta dijo: [Los niños no saben nada, nuestra Julieta es la más pequeña de la clase, los otros niños son mayores que ella, ¿no deberían protegerla?]

La madre de Julieta expresó: [¡No se puede confiar en lo que dicen los niños! Tal vez los suyos están celosos porque nuestra Julieta es hermosa, inteligente, una buena cantante y bailarina, ¿cuántos niños pueden compararse con ella?]

Las palabras de la pareja fueron realmente sorprendentes.

Después de eso, todos en el grupo comenzaron a atacarlos.

Finalmente, la pareja tuvo que abandonar el grupo de forma humillante.

Ana, entre risas y lágrimas, comentó: —Originalmente pensé que solo eran demasiado indulgentes con su hija y que tenían una mala perspectiva moral. No imaginé que fueran tan poco inteligentes para ofender a tantas personas. Ahora deberían retirarse de la escuela de una buena vez.

Alejandro añadió: —No cambiarán a menos que sufran algún daño real.

Este tipo de personas siempre culpan a otros.

Definitivamente causarán más problemas.

Así que, es necesario enseñarles una lección de una vez por todas, para que no se atrevan a causar más problemas.

Ana no quería desgastarse con estas cosas, no valía la pena.

Dejó su celular a un lado, bostezó y se durmió.

Alejandro observaba a su esposa, cuyos ojos y cejas denotaban cansancio. Su expresión era tierna; realmente había trabajado mucho y estaba agotada últimamente.

Debido a que era sábado, el tráfico era fluido.

Normalmente hubiera sido la hora pico, pero ahora la carretera estaba despejada.

Justo cuando llegaba al edificio Grupo Pérez, recibió una llamada de Teresa.

—Anita, ¿tienes tiempo estos días? Me gustaría invitarte a cenar.

Hacía tiempo que Ana no veía a Teresa. —Esta noche tengo tiempo, pero aún no estoy segura de a qué hora, te avisaré una hora antes de terminar.

—Está bien.

—

Teresa estaba parada frente a una ventana panorámica, con una mirada algo perdida.

Su asistente le entregó un documento.