Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1657

—Directora Teresa, esto es lo que le acaba de enviar el departamento de planificación.

Teresa guardó sus pensamientos y se sentó de nuevo. —Déjame verlo.

Últimamente, la empresa había estado trabajando en un proyecto y, como gerente general de todo el departamento, ella también necesitaba hacer horas extras.

Cuando el asistente estaba a punto de salir, ella levantó la vista hacia él. —Diles a todos que, una vez que terminemos este proyecto, solicitaré a la compañía que duplique sus bonos y luego les daré un pequeño descanso prolongado.

Al oír esto, el asistente se alegró mucho. —¡Directora Teresa, eres increíble!

Teresa sonrió. —Vete.

Después de que el asistente se fue, cuando Teresa estaba a punto de abrir el documento para revisarlo, de repente pensó en algo y bajó la vista hacia su vientre plano, apretando los labios.

Luego recordó la imagen de Ignacio entrando a un restaurante con una actriz famosa el día anterior.

Ella exhaló profundamente.

Y volvió a sus pensamientos, mirando el documento frente a ella.

Ahora, probablemente solo el trabajo podría adormecerla, permitiéndole calmarse lo más rápido posible.

Durante el almuerzo, el asistente vino a preguntarle qué quería comer.

Originalmente no tenía apetito y no quería comer, pero luego pensó en algo y cambió de actitud: —Recuerdo que una vez pediste pasta de un lugar que estaba bastante buena.

—Está bien, voy a hacer el pedido ahora.

Ahora que los pedidos a domicilio son muy convenientes, y no hay mucho tiempo de descanso para el almuerzo cuando estás ocupado, simplemente pides comida para llevar.

Unos minutos después, el asistente regresó.

—Directora Teresa, hay alguien que quiere verte.

Teresa seguía mirando el documento y, sin mirar al asistente, preguntó directamente: —¿Quién es?

¿Alguien quiere verla en un día no laborable?

Una vez que se cerró la puerta de la oficina, Denisse miró directamente a Teresa.

Aunque Teresa era unos años mayor que ella, aparte de un aire de compostura, no parecía mucho mayor que ella.

—Tal vez no me conozcas, pero yo a ti sí. Sé que eres la novia de Ignacio.

Teresa miró a la juvenil Denisse.

Quizás por ser astuta, al saber que Denisse había aparecido cerca de Ignacio, había investigado sobre Denisse.

—Dime qué necesitas, habla claro —su voz llevaba un tono frío.

Denisse no pareció importarle. —Parece que sabes quién soy. Alguien con tu posición seguro que es inteligente. Mi propósito aquí es simple, quiero que te alejes de Ignacio. Él ya no te ama. Ustedes han estado juntos tanto tiempo y nunca se han casado, ¿nunca te has preguntado por qué? Ya no hay amor entre ustedes.

Teresa sintió un dolor punzante en el pecho.

Ella apretó el bolígrafo en su mano.