Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1660

Quizás al ver a Ana, Teresa tuvo algo de apetito.

Además, los bocadillos estaban deliciosos y los acompañamientos que acababan de servir eran perfectos.

Después de comer, sintió que su ánimo se relajaba bastante.

—Escuché a Hailita decir que Anita también ha estado muy ocupada últimamente —charlaba Teresa.

Ana: —Acabo de recibir un lote de artefactos que necesitaba procesar, pero aun así tuve tiempo esta noche para cenar contigo y charlar. Ha pasado un tiempo, también quería verte.

Aunque la luz del pequeño bar era algo tenue, aún se podía notar que Teresa había adelgazado un poco y su complexión no era muy buena.

Incluso sin que Teresa lo mencionara, Ana podía sentir que ella no estaba en su mejor estado.

—También he querido hablar con Anita. He estado ocupada con un proyecto últimamente, casi trabajando horas extras todos los días. Afortunadamente hoy ambas encontramos tiempo —Teresa se sonrojó ligeramente.

Se sentía algo agraviada y perdida, por un momento no sabía qué hacer.

Pero sabía que había cosas que no podía decirle a Ana ni a Hailita.

Esas eran cosas que tenía que enfrentar y resolver por sí misma.

—¿No has descansado bien estos días? — preguntó Ana.

Teresa, ocultando sus preocupaciones, respondió. —He estado trabajando duro por el bono del proyecto, pero pronto podré descansar. Ah, casi lo olvido, el otro día durante mi hora de almuerzo fui a un centro comercial y de repente vi este juguete, dicen que a los niños de hoy les gusta, ¡llévaselo a Josefina! Ha pasado un tiempo desde que vi a Josefina, ¡la extraño tanto!

Le gustaban los niños.

Y especialmente le gustaba Josefina.

Pequeña y tierna, y sabía cómo hacer sonreír a la gente.

Parecía que los mayores problemas desaparecían ante Josefina.

—Josefina seguramente lo amará, le agradezco de antemano en su nombre —Ana tomó el regalo.

Las dos charlaron un poco más, y el tiempo pasó lentamente.

Entonces decidió llamar a Ignacio.

Sin embargo, no fue Ignacio quien respondió el teléfono.

Fue una mujer, con una voz dulce, que dijo de inmediato: —Hola, el celular de Ignacio se quedó conmigo, si tienes algo urgente puedes contactar a su asistente o esperar a que él regrese y se lo diré.

La forma en que la mujer mencionó el nombre de Ignacio llevaba un tono de felicidad.

Cualquiera podría darse cuenta de que la relación entre ellos no era simple.

Además, era tarde en la noche, casi las once, y ella tenía el celular de Ignacio.

El celular es un objeto personal y, en estos tiempos, la gente puede olvidarse de llevar cualquier cosa, excepto su celular.

Ana se alarmó por un momento.

¿El mal estado de Teresa podría estar relacionado con esta mujer? ¿Había problemas en su relación?