Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1680

De todos modos, para Antonio, tanto el señor Alejandro como la señora Ana eran los mejores.

Ahora se sumaba Josefina.

¡Eran absolutamente los mejores!

Aunque la señora Marta ya no estaba en estos últimos años, él había cuidado del señor Alejandro y la señora Ana en su lugar, viendo cómo ambos mejoraban cada vez más sus vidas.

Por supuesto, a lo largo de los años no habían faltado las personas que hablaban a sus espaldas.

Siempre había todo tipo de comentarios.

Al principio, cuando el señor Alejandro y la señora Ana no tenían hijos, todos especulaban si alguno de ellos tenía un problema de salud, y entonces algunas personas malintencionadas aprovechaban la oportunidad para tratar de destruir su relación.

En fin, esos años siempre estuvieron llenos de gente extraña con malas intenciones.

Pero afortunadamente, tanto el señor Alejandro como la señora Ana confiaban el uno en el otro y habían seguido adelante hasta el presente.

Realmente le dolía verlos pasar por tanto.

Afortunadamente, al mirar ahora a esta familia de tres, se sentía realmente feliz, pensando que, si la señora Marta pudiera ver cómo estaban hoy el señor Alejandro y la señora Ana, seguramente también estaría muy contenta y aliviada.

Mientras él estuviera allí, seguiría protegiéndolos bien en nombre de la señora Marta.

—Bueno, Antonio siempre tiene razón —dijo Ana con una sonrisa.

Ella conocía las esperanzas de Antonio.

En sus corazones, tanto ella como Alejandro y Josefina consideraban a Antonio como un miembro de la familia, un mayor.

—Jajaja, ¿el señor Alejandro no va a volver a casa a cenar esta noche? —preguntó Antonio mientras revolvía la comida que estaba cocinando.

Ana: —Acaba de decirme que está de viaje por trabajo y que probablemente volverá pasado mañana.

—¿Otra vez de viaje? Parecía que el señor Alejandro siempre estaba ocupado en esta época del año —reflexionó Antonio, quien sabía que, aunque Alejandro siempre intentaba volver a casa cuando podía, realmente estaba muy ocupado en general.

Ana asintió. —Es cierto, está muy ocupado, y planeábamos llevar a Josefina de vacaciones para descansar un poco después de un tiempo.

—Muy bien, muy bien, el trabajo es agotador, y cuando hay tiempo, definitivamente hay que tomar vacaciones para descansar.

De hecho, se habían visto esa mañana, pero ahora que no se verían durante dos o tres días, sentía un vacío en el corazón.

Colgaron el teléfono con cierta reluctancia.

Alejandro incluso podía oler el aroma de la comida casera a través del celular.

Ese día, para el viaje de negocios, conducía una furgoneta de negocios.

Dos asistentes masculinos estaban sentados en el asiento trasero y Tania iba en el asiento del copiloto.

No podían ver a Alejandro, pero podían oír la videollamada entre él y Ana.

Aunque no se decían cosas como "te amo" o "me amas", el cuidado mutuo que se transmitían en sus palabras era palpable para cualquiera, al igual que la actitud de Alejandro hacia Ana, que era de una ternura profunda.

Si hubiera sido otra mujer, probablemente se habría enamorado locamente de Alejandro.

Y Alejandro parecía completamente ajeno a eso.

Sin embargo, ella podía sentir claramente la diferencia.