Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1691

Ana guarda silencio por unos segundos, respeta la decisión de Teresa. —Está bien.

—Tú y yo sabemos que lo que hay entre Ignacio y yo no es tan puro ni hermoso. Sé que no le gusto mucho, pero me he aferrado a mi relación con Hailita para seguirlo molestando. Esto solo ha desperdiciado su tiempo, impidiéndole encontrar a alguien que realmente ame. He visto cómo es con Denisse y puedo sentir que le gusta ella. Así que, mi partida es mejor para todos —explicó Teresa.

Incluso al terminar con Ignacio de esta manera, ella no quiere que la gente tenga una mala impresión de él como si fuera infiel.

Después de todo, ambos sabían desde el principio que no terminaría bien, y ella moralmente coaccionó a Ignacio; ella tenía la culpa.

Ahora que se han separado, que cada quien siga su camino.

Ella también buscará su propia vida.

Ana no sabía qué decir en ese momento, Teresa realmente es una chica con un corazón maravilloso.

—Anita, estoy realmente feliz ahora, he encontrado un lugar que me gusta mucho y viviré aquí en el futuro. Si tengo la oportunidad, te invitaré a venir —dijo Teresa con una sensación de alivio y una esperanza optimista hacia el futuro.

Ella realmente ha dejado atrás el pasado.

Incluso cuando era joven y egoísta al querer estar con Ignacio, no renunció a su carrera y ahorró suficiente dinero para lograr independencia económica. Por el resto de su vida, puede vivir cada día según sus preferencias.

Y no está sola.

Tendrá su propio hogar y su hijo nacerá pronto.

Ana también se sintió inspirada y dijo con una sonrisa: —Está bien. Espero que algún día podamos encontrarnos.

—

Teresa colgó el teléfono y se levantó.

Su vientre estaba notoriamente más grande este mes.

Acababa de ir a una revisión prenatal, y el médico confirmó que el bebé estaba saludable.

Pero le indicaron que, como futura madre, debía cuidarse mucho. Aunque, incluso sin el consejo del médico, ella ya era consciente de su estado físico; había trabajado demasiado en los últimos años y el estrés reciente debido a su relación con Ignacio la había desgastado mucho.

Luego, tampoco había otros trabajos que la buscaran, y empezó a pensar que Ignacio quería abandonarla. ¿Sería por haber buscado a Teresa? ¿O por Haila?

Necesitaba una respuesta.

Y no podía perder a Ignacio; lo amaba.

Mientras esperaba con desdicha, un haz de luz de un auto pasó frente a ella.

Levantó la vista justo para ver a Ignacio bajando del auto.

—Ignacio, ¿ya no me quieres? —Se levantó y preguntó llorando, con voz lastimera.

Ignacio había recibido una llamada hace una hora, avisándole que Denisse lo estaba buscando. Aunque le habían dicho que no estaba, ella había decidido esperarlo.

Frunció el ceño.

Denisse, como si no notara su gesto de molestia, se acercó y, llorando, volvió a preguntar: —Tú fuiste quien me buscó primero, diciéndome que era adorable y haciéndome amarte cada vez más, ¿pero por qué de repente ya no me haces caso? ¿Ya no me quieres, verdad?