Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1730

Camila, a pesar de no ser muy culta, comprendía muy bien la situación.

Se posicionó en la puerta, decidida a no permitirle el paso a Yolanda.

Eugenio también observaba a Yolanda con cierto enojo.

Sentía que Yolanda estaba insultando a su familia con sus palabras, que lo que había dicho era algo ofensivo.

Adolfo mostraba una expresión sombría.

—Has estado conmigo durante este tiempo, ¿crees que Javier todavía te aceptará?

Ese día incluso habían tenido relaciones sexuales.

Y por cierto había sido más intenso que nunca.

Logros que no había conseguido en la universidad, pero ese día en la casa de Yolanda, ¡por fin lo consiguió!

No importaba lo impresionante que fuera Javier, su novia aún había tenido sexo con él.

Yolanda palideció, ahora lo lamentaba profundamente.

Nunca en su vida había lamentado tanto algo.

Tomó aire profundo: —Voy a terminar con él. Pero tampoco estaré contigo.

Después de decir estas palabras, miró a Camila sin ningún tipo de expresión: —Por favor, muévete.

—No, ¡no me moveré de aquí! ¿Por qué tratas así a mi hijo? Además, ¿cómo puedes decir que no tienes nada que ver con mi hijo si él me dijo que ustedes tuvieron relaciones sexuales? —Camila lo dijo de manera escueta.

Yolanda tomó una profunda respiración, ya no sentía nada por Adolfo.

Y se sentía más tranquila.

—Si sigues impidiéndome pasar, llamaré a la policía. —Dijo Yolanda con un tono de voz decidida.

Adolfo se mostró algo molesto: —¿Es porque mi carrera no es tan exitosa como la de Javier, porque mi familia no tiene tanto como la tuya y no puedo ofrecerte una vida de lujosa, verdad? No olvides que en la universidad fuiste tú quien me persiguió. La última vez que nos vimos, fuiste tú quien vino a preguntarme si había sido un malentendido. Sé que Javier no te ha tratado muy bien, por eso no puedes dejar de pensar en mí. Y ahora, porque Javier es rico, desprecias que yo no tenga dinero. ¿No es así? Yolanda, ¿cómo no me di cuenta antes de que eras tan materialista?

Estas palabras hicieron que Yolanda palideciera aún más.

Algunas personas, por su naturaleza sombría, tendían a ver a los demás de manera negativa.

Durante el tiempo que estuvo con Javier, él siempre la respetó.

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