Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1736

El matrimonio respondió casi al mismo tiempo.

El jefe Baltasar estaba sumamente contrariado: —¿Cuántos años han pasado desde la universidad? ¿Cuántas novias ha tenido Adolfo en todos estos años? Hace poco incluso tenía una prometida, me parece que ustedes vinieron aquí solo a intentar extorsionarnos, ¿no es así?

No se podía negar, el jefe Baltasar había visto más allá de las apariencias directo a la esencia del caos.

Los ojos de Eugenio y Camila parpadearon: —Ellos retomaron su relación hace poco.

El semblante de Javier se endureció, y el jefe Baltasar, que lo conocía desde hace muchos años, podía sentir en ese momento cuánto se había enfadado Javier.

El jefe Baltasar se apresuró a decir: —¿Hace poco? Entonces parece que fue el hijo de ustedes quien se interpuso entre el jefe Javier y su novia. Si ese es el caso, ¡el jefe Javier debería estar pidiéndoles una compensación a ustedes! Ahora Javier y Yolanda han terminado por culpa de su hijo, ¡y esa compensación no debería ser menos de varios millones de dólares! ¿No creen?

—¿Varios millones de dólares? —Javier lanzó una mirada fulminante al jefe Baltasar.

Baltasar asustado aumentó la cifra: —¿14 millones de dólares?

—¿Qué…? ¡Eso sí que es extorsión! Yolanda estuvo con mi hijo de manera voluntaria, si quieren dinero, pídanle a Yolanda, ¡qué tiene que ver mi hijo con todo esto! ¿Es que mi hijo tiene un encanto inigualable es mejor que Javier, acaso no es por eso que Yolanda estuvo con mi hijo? —Camila quedó petrificada por el miedo.

De repente, se encontraba confundida y su argumento era diferente del inicial.

Eugenio quiso intervenir, pero ya era demasiado tarde.

Pero ahora entendía que no podían jugar en el mismo terreno que esas personas.

Solo con dinero podrían aterrorizarlos hasta la muerte.

Javier miró de reojo hacia las personas detrás del jefe Baltasar: —¿Han grabado todo lo que dijeron, verdad? Guárdenlo bien, más tarde consultaremos con el abogado y veremos cómo podemos proteger mis derechos y los de la compañía al máximo. ¡Quiero que sepan de una vez por todas qué precio hay que pagar por intentar extorsionarnos!

—Jefe Javier, no se preocupe, ¡yo grabé todo! La policía debería estar llegando ya.

Al escuchar esto, Eugenio y Camila se quedaron como tontos petrificados.

Los dos se miraron el uno al otro asombrados.

—¡Ustedes son unos abusadores, con dinero se creen todo! ¿Por qué nos van a demandar? Lo he dicho, si van a demandar a alguien, demanden a Yolanda, ¿por qué a nosotros?

Mientras tanto, Yolanda se había encerrado en casa.

Había estado saliendo poco esos días.

Se había tomado unos días libres.

Escondida en casa, como si estuviera evitando a la persona que había sido durante un tiempo.

Al ver el mensaje de Baltasar, su corazón se estrujó de inmediato.

Con manos temblorosas, empezó a buscar el número de teléfono de Adolfo.

—Yolanda, por fin te comunicas conmigo, sabía que no podrías separarte de mí. Antes fue un error mío, no debí dejar que mis padres hablaran de esa forma de ti. Hablé con ellos y ya reconocieron su error, no volverán a tratarte así ni a interferir en nuestra relación. Si nos casamos, te lo daré todo, ¡absolutamente todo!

Exclamó Adolfo emocionado al recibir la inesperada llamada de Yolanda.

Yolanda tomó una profunda respiración: —Lo nuestro solo fue un encuentro sexual reciente, nunca hemos confirmado una relación de noviazgo, mucho menos de matrimonio. Adolfo, no podemos volver a estar juntos, y además dejaste que tus padres fueran tras Javier, los estás empujando hacia una trampa, estás apostando tu propio futuro. Les aconsejo que dejen de hacer escándalos, porque si siguen acosando de esta manera a Javier en mi nombre, ¡llamaré a la policía e incluso contrataré un abogado para demandarlos!