Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1763

Alejandro sonrió con placer: —Acabo de bajar del avión, estaré en casa en unos minutos.

—¿Qué? ¿No se suponía que regresarías mañana? —Ana estaba muy sorprendida por su llegada.

Habían hablado por teléfono esa mañana y habían acordado verse mañana. No esperaba que él regresara tan pronto.

—Terminé todo el trabajo, así que cambié mi boleto de avión. —Alejandro no quería desperdiciar más tiempo sin estar al lado de su familia.

—Te espero en casa, ¿hay algo que quieras comer? Voy a casa ahora a cocinarte algo. —Ana se emocionó.

En realidad, sin necesidad de que Alejandro lo mencionara, ella ya podía adivinar lo que él quería comer.

Quizás no había comido bien durante sus días en el extranjero.

Alejandro deseaba comer los deliciosos platos que Ana preparaba: —Me gusta todo lo que haces, cualquier cosa está bien.

Al principio no tenía hambre, pero ahora, mientras hablaba por teléfono con Ana, empezó a sentir hambre.

Su mirada era suave y tierna.

Los empleados que lo acompañaban veían la inusual ternura en los ojos de su jefe Alejandro y entendían que seguro estaba hablando con la señora Ana.

Respecto a lo que Regina podría estar pensando, todos ellos podían darse cuenta.

Ella era una mujer tan bella que pocos hombres podrían resistirse a mirarla más de la cuenta, pero jefe Alejandro no le prestaba atención.

Pero hay que decir también que la señora Ana era una belleza rara de encontrar.

Lástima que Regina era una belleza sin igual que agitaba los corazones de quienes la veían.

...

Un mes después.

En casa de Elena.

Una reunión familiar mensual.

Hoy todos vinieron.

Manuel llegó a toda prisa sin quitarse el excesivo maquillaje que tenía embadurnado en su cara, y sin cambiarse la ropa.

—Voy a subir a cambiarme de ropa.

Después de cambiarse y bajar las escaleras, vio a Ana y Javier entretenidos charlando.

En estos años, los familiares por parte de Julio de vez en cuando buscaban beneficiarse de ellos.

Los parientes problemáticos empezaron a aparecer como chulos uno tras otro.

Así que Javier también abandonó la idea de volver al pueblo.

Javier claramente no esperaba esa situación con los parientes: —Uhm…. ¿Una isla?

—Sí, te recomiendo algunas, he estado en varias islas filmando en los últimos años. No hay mucha gente y el paisaje es encantador. —Manuel dijo mientras buscaba en su celular.

—Manuel tiene razón, una isla también es una buena opción. —Ana también prefería la idea de ir a una isla para unas vacaciones relajantes.

La situación en el pueblo había sido algo complicada en los últimos años, quizás porque Julio había estado en contacto con la gente de allí, y de vez en cuando surgían problemas.

Javier consideró seriamente la propuesta: —Está bien, entonces iré a la isla.

—Por cierto, ¿quieres ver a Esperanza? He firmado un contrato con ella en mi estudio. —Manuel preguntó esto mientras miraba ansioso a Javier.

Javier se sorprendió: —¿Firmaste un contrato con Esperanza?

Manuel enseguida bajó la mirada, respondió de manera algo distraída: —¿No dijiste que era tu compañera del bachillerato y que la cuidara un poco? Vi que la compañía con la que estaba antes no era muy buena, así que la traje para mi compañía