Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1787

Siempre pensaba en Teresa cuando estaba solo.

Ana suspiró resignada: —Ella se alejó de la ciudad A, eso indica que quería comenzar una nueva vida. Hemos hablado varias veces por celular y, ciertamente nunca mencionó tu nombre.

Teresa ya había dejado atrás esos sentimientos.

Ignacio, al oír esto, palideció ligeramente.

Luego, se rió con tristeza de sí mismo.

—Es correcto que no me haya mencionado.

Después de todo, su trato hacia las mujeres siempre había sido pésimo.

Siempre había pensado que Ana era la más especial en su corazón, que si Ana quisiera casarse con él, no dudaría dos veces.

Por pensar así, no valoró lo suficiente a Teresa.

Pensaba que Teresa era simplemente una chica más que le gustaba y listo.

Qué irónico era todo, ahora que la había perdido, se daba cuenta de que nadie podía reemplazar a Teresa.

Sin darse cuenta, Ana se había convertido solo en una amiga, él la apreciaría y respetaría, pero ya no sentía ese tipo de cariño especial entre un hombre y una mujer hacia ella.

Ana no sabía cómo consolar a Ignacio.

Por un lado, era lamentable que Ignacio hubiera perdido a quien amaba, pero fue una elección propia.

Por otro lado, aunque era difícil sentir lástima por él, Ignacio ahora se arrepentía en el alma y quería recuperar a Teresa.

Pero la actitud de Teresa era muy firme, decidida a terminar con Ignacio para siempre, incluso si él intentara buscarla, tal vez ella no volvería atrás.

No hay tantas píldoras de arrepentimiento en este mundo.

Ignacio palideció aún más.

Luego, se rió de sí mismo otra vez.

¿Estaba buscando entonces la grabación?

En estos años, el gerente a veces se había puesto en contacto con su abuela. Cuando su abuela hablaba del gerente, pensaba que sus padres habían encontrado a una buena persona.

Solo ahora se daba cuenta de que no habían encontrado a una buena persona, sino a un vil asesino.

—Hubo una explosión en casa, y después de eso, muchas cosas se tiraron, no sé si aún se podrá encontrar la grabación. —Dijo Esperanza, visiblemente alterada.

Manuel la calmó con voz suave: —No te preocupes por eso, buscaremos poco a poco, ahora que sabemos que fue el gerente quien asesinó a tus padres, seguramente encontraremos alguna evidencia que lo demuestre.

El corazón alterado de Esperanza comenzó a calmarse lentamente, y luego recordó cuidadosa los hábitos de sus padres al guardar cosas.

De repente, se le ocurrió algo y apresurada tomó la mano de Manuel: —Después del accidente de mis padres, ordené todas sus cosas y las guardé en un armario en la habitación de mi hermano. No quería tirar nada, había en especial una caja que contenía algunos discos duros, y parece que también había unos bolígrafos, ¿podría ser que uno de esos bolígrafos fuera un bolígrafo grabador?

Los ojos de Manuel se iluminaron al instante: —Bien, vamos a buscar eso ahora mismo.

Los ojos de Esperanza se llenaron de lágrimas: —Está bien, Manuel, realmente ha sido maravilloso conocerte.