Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1791

¡Ese auto que de repente se pasó el semáforo en rojo!

—Manuel... Llamó débilmente a Manuel...

Justo en ese momento, Ana entró asustada empujando la puerta.

Al escuchar a Esperanza llamando a Manuel, Ana se acercó rápidamente y dijo con voz suave: —Manuel también está bien, ¿cómo te sientes ahora?

Esperanza tenía los ojos rojos de la preocupación: —¿Está Manuel gravemente herido?

—Ustedes dos tienen lesiones similares, Manuel aún no ha despertado. No te preocupes por él, ¿sientes alguna molestia en este momento? —Ana habló con un tono suave.

Esperanza estaba muy preocupada por la situación de Manuel. En el instante del accidente, la situación era demasiado crítica, Manuel, de manera instintiva, había agarrado su mano, intentando protegerla.

Ella lo negó: —No es nada, solo me siento un poco mareada.

Por la forma cómo actuaba Ana, parecía que Manuel estaba bien.

—Tranquila, voy a buscar al médico para que revise tu estado, el médico dijo que tienes una conmoción cerebral, por eso sientes mareos y náuseas, trata de no alterarte demasiado. —Dijo Ana con tranquilidad.

Esperanza respondió con una voz débil y cerró los ojos.

Ella no estaba preocupada por sí misma, solo le preocupaba demasiado si Manuel estaba herido.

Si no fuera porque ella estaba ansiosa por regresar a su pueblo para buscar una grabadora, tal vez no habrían tenido este fatal accidente.

Ella sentía que había arrastrado a Manuel a todo esto.

Y desde que Manuel la conoció, había sido arrastrado por ella una y otra vez.

Unos minutos después, Ana regresó con el médico a la habitación.

El médico realizó algunos exámenes simples y verificó de inmediato el estado actual de Esperanza, haciendo varias preguntas a las que Esperanza pudo responder con claridad.

Después de confirmar que no había mayores problemas, el médico se marchó.

Luego, se confirmó su situación.

Actualmente, ninguno de los dos podía levantarse de la cama.

Cuando Esperanza vio que Manuel tenía vendas en el rostro, se preocupó enormemente y asombrada dijo: —Tu cara...

Manuel no parecía darle mucha importancia a esto: —No es nada grave, si queda una cicatriz, podríamos considerar un tratamiento estético y listo. La medicina ha avanzado mucho, tal vez no quede ninguna.

—Lo siento mucho, te he arrastrado a todo esto. La película que estábamos filmando, tu trabajo... —Dijo Esperanza llorando desconsolada.

Al ver llorar a Esperanza, Manuel se sintió muy dolido: —El accidente no era algo que queríamos que ocurriera. ¡Fue un accidente! No te preocupes por eso, estoy bien. Ana e Isidro ya están al tanto de nuestra situación, Isidro hará los arreglos necesarios en mi trabajo, tranquila no te afanes.

Al oír a Manuel decir eso, Esperanza se tranquilizó: —Eso es bueno.

—Hay algo que quiero decirte. —Dijo Manuel de repente, con una expresión bastante seria.