Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1790

Al oír que se mencionaba a otras personas, se asustó terriblemente.

Además, esa persona era una estrella.

Sabía muy bien que Esperanza se había convertido en la novia de Manuel, pero no esperaba que ambos viajaran juntos en ese momento.

Precisamente por el temor a las consecuencias de revelar la situación más adelante, había intentado por todos los medios posibles obtener esa grabación y eliminar a la familia de Esperanza de una vez por todas.

Luego intentó llamar, pero ya no pudo contactar con nadie.

¿No se suponía que usaría un auto vuelto chatarra para simular un accidente en un tramo sin cámaras? Los policías no deberían encontrarlo.

De alguna manera, sentía que este asunto no terminaría bien.

Sin darse cuenta, un sudor frío cubrió su frente.

—¿Papá, por qué no te vas a dormir?

Su hija bajó enseguida las escaleras y, al ver a Aarón caminando mientras fumaba, aparentemente preocupado, le preguntó con asombro.

Aarón valoraba mucho a su familia, se volteó hacia su hija y dijo: —No es nada, simplemente no puedo dormir y bajé a fumar un poco. Son las cuatro, vuelve a dormir.

—Está bien, voy a beber agua y luego seguiré durmiendo. Papá, cuídate. —Dijo su amada hija.

Aarón la despidió con una sonrisa: —Está bien, estoy bien.

Después de que su hija bebiera un poco de agua y subiera las escaleras.

Aarón volvió a su expresión preocupada.

—¡No podía pasar nada malo! ¡Que murieran los que tuvieran que morir, hoy en día había tantos accidentes de tráfico, y varios famosos también habían muerto en ellos, así aunque Manuel fuera muy conocido, si moría, que muriera!

...

Poco después del amanecer, Ana le pidió a Samuel que llevara a Elena a la cafetería del hospital a desayunar.

Ana también lo pensaba de esa manera.

Poniéndose en el lugar del otro, si un miembro de su familia hubiera lastimado a alguien, definitivamente pensaría en la forma de compensar y querría ver la condición de la persona herida en el accidente.

No como ahora, que no había ningún rastro de ellos.

—Has estado aquí toda la noche, deberías regresar a casa a descansar. Cuando Manuel despierte, te lo haré saber y entonces podrías venir. —Dijo Judith, notando las profundas ojeras bajo los ojos de Ana.

Ana sonrió: —Tranquila no estoy muy cansada, tampoco tengo sueño, esperaré un poco más, tal vez Manuel despierte en un rato.

Aproximadamente dos horas más tarde, Esperanza fue la primera en despertar.

Cuando Esperanza despertó, se sintió un poco mareada y con ciertas náuseas. Al ver el entorno del hospital, tardó un buen rato en darse cuenta de dónde estaba.

También le llevó unos minutos recordar lo que había sucedido justo antes de perder el conocimiento.

¡Un accidente de tráfico!