Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 180

—Este tipo de reparación requiere mucho tiempo y esfuerzo, incluso para los jóvenes. El precio no puede ser mucho más bajo que el mío; piénsalo bien antes de decidir.

Dijo Don Fernando. Luego de hablar un poco más, colgó el teléfono.

Después, miró hacia Ana, sin poder ocultar la admiración en su rostro.

Ana era la joven más talentosa que había conocido.

A pesar de su juventud, mostraba más capacidad que los veteranos de su equipo.

Durante el tiempo que había trabajado allí, la joven no había sido ostentosa, pero discretamente había conseguido un lugar en el equipo, incluso logrando que aquellos que dudaban de su capacidad profesional dejaran de hacerlo. Ahora la seguían e incluso querían ser sus aprendices.

—Ven, mira esto. ¿Podrías encargarte de este trabajo? Si puedes, el equipo se queda con el 30% de la comisión; el resto es todo tuyo.

Don Fernando le mostró a Ana los videos y fotos en su teléfono.

Ana observó todo con mucha atención.

Examinó cada foto y video con detenimiento.

—Puedo hacerlo, pero tomará algo de tiempo. Si no tienen prisa, puedo encargarme —aseguró Ana, después de observar cuidadosamente.

Ante la seriedad de Ana, Don Fernando no pudo evitar reír: —¿No vas a preguntar cuánto pagan antes de aceptar?

Ana negó con la cabeza: —Este trabajo es como mi primer trabajo; no importa cuánto paguen, lo importante es si puedo completarlo.

Si lo hacía bien, su renombre en la industria aumentaría y, naturalmente, el precio de los trabajos futuros también.

Don Fernando sonrió ampliamente. —Eres joven pero sabes mantener la calma. Entonces, yo tomaré este trabajo para ti; tranquila, el pago no será menos de seis cifras.

—Gracias, Don Fernando.

Don Fernando miraba a la joven frente a él, realmente valoraba su talento. Sería genial si Ana fuera su estudiante.

No, mejor la esposa de su nieto.

Cuando se abrió la puerta, la persona afuera no entró, sino que directamente le dijo a Ana: —Ana, tu familia ha venido a verte, ya los hemos llevado a la zona de descanso; te están esperando ahora.

—¿Mi familia? —Ana frunció el ceño ligeramente.

Si fuera su madre adoptiva quien viniera a verla, definitivamente le habrían avisado con anticipación. ¿Cómo es que vinieron sin avisarle?

¿Será que hay alguna emergencia?

—Sí, dijeron que son tu familia.

Ana guardó su confusión. —Gracias.

Luego se volvió hacia Don Fernando y dijo: —Lo siento, Don Fernando, creo que debería ir a ver qué sucede; deben tener algún asunto urgente por el cual vinieron a buscarme. Iré a verlos ahora.

—No te preocupes, ve tranquila. Si es un asunto urgente, puedes tomarte el día libre —dijo Don Fernando con un tono amable.