Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1803

Desde el principio, Nuria había sido muy clara con él.

Él había oído algunas cosas sobre Nuria, como que en los últimos dos años había cambiado de novio con frecuencia.

Algunos incluso habían sido dejados después de solo una semana, de igual manera el durar uno o dos meses ya lo convertía a él en uno de los más longevos.

Respiró hondo y luego dijo sonriendo: —Está bien, terminemos en paz, y si algún día me extrañas, solo llámame. No te preocupes por eso, no volveré a molestarte.

Sin embargo, era una pena su perdida. Tenía el presentimiento de que si no hubiera sido por sus acciones de hoy, tomando decisiones por su cuenta y aceptando dinero a sus espaldas, quizás Nuria no le habría dicho que terminaran.

Tal vez algún día podrían haberse casado.

Después de todo, él había sido quien más tiempo había estado a su lado.

—Muy bien. —Nuria no quería hablar más del asunto. Simplemente entró en el ascensor y subió a su piso en la oficina.

Ya no sentía nada por quien ahora era su exnovio.

A continuación, quería viajar sola por el mundo, liberarse de todo lo sucedido.

Parece que ser una bloguera de viajes tampoco estaría nada mal.

...

El tiempo pasó volando, y sin darse cuenta, habían transcurrido doce años.

La ciudad A también había experimentado cambios drásticos con el paso del tiempo.

El Grupo Financiero García ya no lideraba las empresas, ahora había sido reemplazado por el Grupo Financiero Campos.

Infinidad de cosas se habían renovado.

El país se desarrollaba a pasos agigantados, casi con grandes transformaciones cada cinco años. Algunas personas que habían estado en el extranjero por varios años debían adaptarse de nuevo al regresar, ya que tanto la vida cotidiana como el transporte habían cambiado enormemente.

La anciana nunca le había mentido, y gracias a sus advertencias había logrado superar situaciones peligrosas junto a sus padres.

Pero sus padres habían desaparecido, y cantidad de policías que subieron a la montaña no pudieron encontrar rastro de ellos.

Además, desde que comenzó la educación secundaria obligatoria, había saltado de grado varias veces, ahora, aunque solo tenía dieciocho años, ya era estudiante de cuarto año de universidad.

Solo entonces Beatriz recordó que Josefina no era una chica que se dejara intimidar fácilmente, y que en caso de peligro, tal vez sería Josefina quien terminaría protegiendo a su hijo.

Sin embargo, le preocupaba Josefina.

Después de todo, Ana y Alejandro...

¡Ay, Dios!

Aunque habían pasado tres años desde su desaparición, todavía le dolía el pecho solo de pensar en ello, y con una voz suave, le recordó a Josefina: —La ciudad antigua ha estado en reparación estos últimos años, es un lindo lugar. Pero durante las vacaciones hay cantidad de turistas, así que debes tener mucho cuidado y llamarme o llamar a Félix si algo sucede.