Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1823

El solo hecho de aplicar la medicina tomó un buen rato.

Luego, volvió a envolver las heridas con gasa.

Después de terminar, Josefina respiró aliviada: —Listo, apúrate. Ponte la ropa, esta habitación está muy fría.

Hoy ella trajo de nuevo un abrigo de plumón de ganso.

Comprado a la medida precisa de la altura de Bernardo.

Después de que Bernardo se vistió, ella enseguida le trajo el abrigo de plumas: —Pruébatelo, en nuestro lugar todos usan esto en invierno, es bastante cálido. Solo úsalo cuando no haya nadie, y si alguien viene, escóndelo rápido.

De todos modos, ella no permitiría que él pasara frío.

—¿Un abrigo de plumas de ganso? —Bernardo miró perplejo el abrigo de plumas en las manos de Josefina, sintiendo de repente cierta envidia por la época de Josefina.

Tantas cosas novedosas y bonitas que él nunca había visto.

Incluso la manta que ella había traído era extraordinariamente cálida.

—Sí, inténtalo mira, ¡lo compré según tu altura! Creo que te verás incluso más guapo que los chicos de mi escuela. —Los ojos de Josefina brillaban emocionados con genuina admiración y expectativa hacia Bernardo.

Si Bernardo fuera al mundo moderno, esos jóvenes estrellas no podrían compararse para nada con él.

Bernardo entusiasmado se puso el abrigo de plumas como Josefina había sugerido.

El abrigo de plumas era largo, ofreciendo mejor protección a las piernas.

Ligero y cálido, y además bastante fácil de llevar.

—¿Qué tal? —Bernardo miró a Josefina un poco nervioso.

Josefina, con los ojos brillantes, levantó el pulgar: —¡Te ves muy guapo! Oh, espera un momento, aquí ustedes usan palabras como "atractivo" o "guapo" para describir, ¿verdad? ¡Te ves increíble con este abrigo de plumas, nadie puede superarte! Tengo un celular en mi bolsa, ¡te tomaré una foto para que veas que guapo estás!

Alegre sacó su celular para tomarle una foto a Bernardo.

Bernardo vio cómo se veía el abrigo de plumas puesto en él, parecía estar un poco abultado.

Pero sorprendentemente, le quedaba bien.

—Sí, se ve bastante bien. —Dijo en voz baja.

—Mi buen gusto nunca falla, parece que aquí está haciendo cada vez más frío, la próxima vez que venga a verte, también me pondré un abrigo de plumas. —Dijo con gracia Josefina.

De hecho, ella también había hecho algunos trajes tradicionales en otro lugar, tal vez la próxima vez que viniera también los usara, y si otras personas pudieran verla, no se asustarían por su ropa inusual.

De igual manera podría integrarse mejor en este mundo.

Bernardo sonrió agradecido con los ojos: —Bien, ¿tienes hambre? Todavía tengo lo que trajiste la última vez.

Josefina abrió los ojos emocionada: —La última vez que vine, estaba apurada y solo me preocupé por tus heridas, compré principalmente medicinas y, muy poca comida, y ya ha pasado más de un día, ¿todavía no has terminado de comerlo? Eso no está bien, ya que estás herido y el clima es tan frío, debes comer un poco más, especialmente porque todavía estás creciendo, ¡no te pueden faltar nutrientes! Esta vez traje comida de mi restaurante favorito, comamos juntos.