Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 185

Una vez más, experimentó profundamente que beber siempre traía problemas.

Pero lo hecho, hecho estaba; no tenía sentido preocuparse más.

“Creo que deberías olvidar esta experiencia desagradable y no dejar que ocupe espacio en tu mente,” Ana envió rápidamente un mensaje.

Luego, se dio un baño relajante, se acostó en la cama y comenzó a ver las fotos enviadas por Don Fernando.

Miró una por una, y ya tenía en mente un plan para restaurarlas, así como cómo se verían las antigüedades una vez restauradas.

Mientras tanto, en el aeropuerto, Alejandro miraba las respuestas en WhatsApp y sus labios se curvaban en una sonrisa.

A su lado, Eduardo vio la sonrisa de Alejandro y se sintió muy alarmado.

Era como si hubiera visto algo extremadamente aterrador.

¿Por qué el jefe se reía de repente sin razón alguna?

El estilo habitual de comportamiento del jefe no era así.

¿Por qué hoy estaba tan absorto en su teléfono que empezó a reír?

De repente, vio la pantalla de WhatsApp del jefe; estaba hablando con Ana.

Eduardo parecía haber descubierto algo.

—¿El presidente García tiene una buena relación con la señorita Ana? ¿Se ha enamorado de ella?

Esta pregunta hizo que la sonrisa en los labios de Alejandro se congelara.

Él cerró la sesión de WhatsApp sin expresión alguna y luego apagó la pantalla. Con un tono frío dijo: —No tiene nada que ver con el amor.

—Pero últimamente al jefe le gusta mucho chatear con la señorita Ana,— dijo Eduardo.

Eduardo siempre estaba junto al presidente García, así que cualquier cambio en él lo detectaba inmediatamente.

Anteriormente, era raro ver a su distinguido presidente García tener paciencia para chatear con alguien en WhatsApp.

Incluso con sus propios amigos, el presidente García solía enviar respuestas breves.

Justo ahora, el presidente García había dejado de escribir, pero seguía mirando la pantalla y sonriendo.

Era imposible decir que no había nada extraño en eso.

—Solo estaba comunicándome sobre la situación de mi abuela. ¿Por qué? ¿Ahora tienes mucho tiempo libre? —preguntó Alejandro, levantando una ceja.