Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 210

Ana se quedó perpleja.

Aún no había tenido tiempo de tragar la comida que tenía en la boca.

Sorprendida, preguntó:—¿Qué tiene que ver si se puede comer picante durante la planificación del embarazo con nosotros?

¿No se trataba solo de actuar y hacer feliz a abuela García?

—¿Has pensado en convertir nuestro matrimonio en uno real y anular el acuerdo de matrimonio secreto de tres años?—Alejandro fue directo.

Ana se atragantó de inmediato.

La boca y la nariz le ardían por el picante, provocándole lágrimas y mocos.

Con torpeza, se limpió con una servilleta que tenía a un lado.

Alejandro le ofreció un vaso de agua.

¿La había asustado?

Ana realmente estaba asustada.—¿Señor García, está bromeando conmigo?

—No es una broma,—respondió Alejandro con firmeza.

Observando a una Ana claramente sorprendida, Alejandro tomó un sorbo de agua y continuó tranquilamente:—No tengo tiempo para adaptarme a vivir con otra mujer. En este tiempo hemos convivido bien y nos hemos llegado a conocer.

—En realidad, no te conozco tanto, ni tú a mí. ¿Lo has pensado bien?—preguntó Ana.

¿Puede durar un matrimonio sin amor?

De repente recordó que ella y Carlos habían tenido un amor apasionado en su juventud, ¿y qué?

Un matrimonio sin amor, sin tantas expectativas, pasando la vida sin altibajos, no era una opción tan mala.

Además, así podían dar una explicación a sus familias.

Después de meditarlo un poco, Ana se sintió tentada.

—Podemos conocernos mejor en el futuro,—dijo Alejandro con una sonrisa.

Había pasado varios días reflexionando y no rechazaba la idea de pasar el resto de su vida con Ana.

Lo demás, no importaba.

Ana también sonrió, aún con lágrimas en los ojos por el reciente atragantamiento.—De acuerdo, nos conoceremos mejor en el futuro.

En ese momento, abuela García llamó por teléfono.

Alejandro contestó.

—¿Han terminado? ¿Qué dijo el médico?

Alejandro miró a Ana, que claramente no estaba muy concentrada. La decisión de hoy debía haberla impactado.

—Yo estoy igual que siempre, pero Anita...

Ana se sorprendió al oír cómo Alejandro pronunciaba su nombre con suavidad.

—Ha donado sangre varias veces y no ha descansado lo suficiente. Necesita tiempo para recuperar su salud.

La abuela García se preocupó mucho.—¿Ha donado sangre varias veces? ¿Qué dijo el médico sobre cómo recuperar su salud? Cuídala más, lo de los hijos no es urgente, puede esperar uno o dos años. ¡La salud de Anita es lo más importante!

En realidad, su plan era solo para que pasaran más tiempo juntos.

Los hijos no eran lo importante.

Alejandro también había entendido la intención de la abuela García.