Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 261

Apenas dio un paso para seguir, cuando Eduardo la detuvo.

—Señorita Nuria, es una persona inteligente y debería saber algo: cuando uno comete un error, debe aceptar el castigo. He trabajado muchos años junto al presidente García, y es la primera vez que veo a alguien actuar en su nombre sin su consentimiento. La madre de la señorita Nuria incluso molestó a la anciana. Es la primera vez que veo algo así. Señorita Nuria, mejor piense en cómo desempeñarse en la cadena de televisión, y no se distraiga con cosas que no debería estar pensando.

Normalmente, Nuria parece ser una mujer profesional e inteligente, ¿cómo es que ahora actúa sin considerar las consecuencias?

¿Cómo la familia Flores la educó?

Lo que le dije antes, parece que Nuria realmente no lo tomó en serio.

Nuria estaba completamente desconcertada, había escuchado estas palabras de Eduardo antes.

Durante este tiempo, había estado esforzándose al máximo en pensar en otras soluciones.

Ahora, prácticamente se había convertido en la pecadora de la familia Flores, y otros tíos incluso habían comenzado a acusarla.

Esos mismos tíos que no dijeron nada cuando apoyaron su relación con Alejandro e incluso la ayudaron a crear oportunidades para él. Y ahora que las cosas han salido mal, ¿todos están listos para culparla? ¿Por qué no dijeron nada cuando querían aprovecharse de su relación con la familia García?

Con los ojos llenos de lágrimas, Nuria replicó:—Eduardo, ya me has dicho esto antes, pero no puedes negar que me gusta el presidente García, y hemos estado en contacto durante muchos años. No debería llegar a este punto por culpa de Ana.

Viendo que Nuria quería insistir en seguir adelante, Eduardo, exasperado, le dijo:—La actitud del presidente García es bastante clara, ¿no puedes verla? Te aconsejo que no sigas haciendo el ridículo.

—Eduardo, por favor, muéstrame el camino correcto. Después de esto, no importa lo que le pidas a la familia Flores, la familia Flores lo hará por ti.—Nuria depositó todas sus esperanzas en Eduardo.

Realmente no tenía otra salida.

Y de verdad se arrepentía.

Había sido demasiado impulsiva; solo porque vio que había otra mujer cerca de Alejandro, perdió la cabeza.

Eduardo miró hacia Ana y los demás que ya estaban a lo lejos. ¿Podría ser que el presidente García iba a buscar a Ana?

—Desde el momento en que la señorita Nuria decidió actuar en nombre del presidente García, no había camino correcto. Permíteme ser más claro: si hoy el presidente García te perdona fácilmente, mañana habrá muchos otros que actuarán igual que tú. ¿Qué cara le quedaría entonces? ¿Lo entiendes ahora, señorita Nuria?

Después de decir esto, Eduardo sacó su teléfono móvil.

Mientras seguía a Alejandro, hizo una llamada.