Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 275

Carmen colgó el teléfono y de inmediato abrió WhatsApp para recibir el video.

Luego, lo reprodujo para revisarlo.

Al verlo, su rostro se transformó drásticamente.

El video mostraba una escena en la que ella y José se abrazaban y besaban en el auto. Esa fue la vez que José la descubrió en el bar y, para que él le creyera y la ayudara a mantener el secreto frente a su familia, ella tomó esa decisión.

Sin embargo, Carmen no tenía muchos escrúpulos morales; si José quería acostarse con ella, también podría aceptarlo.

Aunque ella lo tomaba a la ligera, no todos lo harían. Ese video no podía ser visto por ningún otro miembro de la familia González.

¡Quién hubiera pensado que Carlos sería tan despreciable como para seguirla!

Ella sabía que tendría que pagar ese dinero, así que, mordiéndose el labio, le envió el video a José, acompañado de una expresión suplicante.

—Hermano, alguien grabó lo que hicimos en el auto aquella noche y ahora me están chantajeando con el video, pidiéndome doscientos mil dólares. Hermano, no tengo tanto dinero, me faltan cien mil dólares, ¿podrías adelantarme esos cien mil? No puedo permitir que nuestra familia se entere de que me gustas; no podría soportarlo y también te perjudicaría a ti.

José se sonrojó al ver el video que Carmen le había enviado. Nunca se imaginó que la escena en el auto sería grabada por alguien, y mucho menos que esa persona extorsionaría a Carmen.

Carmen ya se sentía culpable por gustarle; si el video llegara a manos de su familia, sería devastador para ella. Al pensar en eso, José también se sintió mal. Después de todo, Carmen lo amaba de verdad.

Aunque no sabía cómo manejar o enfrentar ese amor.

Entendía que no podía decepcionarla y que debía tratarla bien. Aunque fuera su hermana, en ese momento, él debía protegerla.

Inmediatamente la llamó por teléfono.

—Gracias, hermano, haré lo que dices. Hermano, no podemos dejar que papá y mamá se enteren de que me gustas, ellos nunca lo aprobarían. Para ellos, lo que estamos haciendo está mal,—Carmen seguía llorando sin parar.

José le prometió a Carmen que no dejaría que sus padres se enteraran.

Después de colgar el teléfono, José le transfirió los doscientos mil dólares a Carmen, aunque no le quedaba mucho dinero en su cuenta; esos doscientos mil dólares eran casi todos sus ahorros.

Con todos los problemas recientes en la familia, Gustavo ya no podía enviarle dinero. Sus gastos siempre habían sido elevados y su salario no era suficiente para cubrirlos, por lo que todos los meses recibía dinero de su familia.

Nunca había tenido la costumbre de ahorrar, porque nunca le había faltado dinero, y ahora, al ver el saldo de su cuenta, se arrepintió de haber sido tan derrochador en el pasado.

Después de recibir la transferencia de José, Carmen inmediatamente le transfirió el dinero a Carlos.

—No vuelvas a seguirme ni intentes grabarme. Esta es la segunda vez que te doy dinero y será la última. Si lo haces de nuevo, te arrepentirás.—Cada palabra de Carmen estaba cargada de peso, casi mordiéndose los dientes mientras hablaba.