Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 330

Las palabras de Sofía mostraban claramente su descontento por cómo Alejandro descuidaba su propio cuerpo.

Incluso se notaba un tono de reproche en su voz.

Ana bebía agua en silencio.

Al oír la palabra "insomnio", Eduardo miró inmediatamente hacia Ana; el problema de insomnio del jefe había mejorado mucho gracias a ella.

Pero parecía que el jefe no había comentado esto con Sofía.

Por alguna razón, la presencia de Sofía había creado una distancia repentina entre Ana y el jefe.

Después de que Sofía expresara su preocupación con un semblante cansado, Alejandro decidió llevarla de regreso a la sala. Eduardo se quedó para atender a Ana.

—Verás... la señorita Sofía y el jefe crecieron juntos, además...

Eduardo pensó que era importante aclarar la relación entre Sofía y el jefe para evitar malentendidos por parte de Ana.

Ana comprendió la relación entre Alejandro y Sofía gracias a la explicación de Eduardo.

Sofía era la hija de la niñera de Alejandro.

En un accidente, la madre de Sofía murió protegiendo a Alejandro y, desde ese día, Alejandro se hizo cargo de todo lo relacionado con Sofía.

Hace tres años, Sofía llegó a estudiar a la universidad de Venturis, atraída por esta ciudad romántica.

Recientemente, se sintió mal y acudió al hospital, donde descubrieron un problema cardíaco. Necesitaba una cirugía urgente, razón por la cual Alejandro había venido desde la ciudad A.

Eduardo hizo especial énfasis en que la relación entre ellos era como la de hermanos, y que Alejandro cuidaba de Sofía como si fuera su propia hermana.

Tras la muerte de la madre de Sofía, la abuela García también buscó a otros familiares de Sofía, pero como nadie más quería hacerse cargo, la abuela García se responsabilizó de ella.

—Le pedí a Eduardo que hablara con el médico, si no hay problemas, quisiera darme de alta, dijo Ana con una sonrisa.

Alejandro, percibiendo cierta distancia en Ana, comenzó a hablar: —Sobre lo de Sofía, no te lo había dicho antes, ¿quieres saber?

—Ya me lo explicó Eduardo, ahora entiendo cuál es tu relación con Sofía,— respondió Ana, sonriendo.

Alejandro se quedó sorprendido por un momento, luego asintió, —Está bien, hoy regresa al hotel y descansa un día, y mañana...

—Mañana yo me encargaré de mis asuntos, sé que la señorita Sofía será operada, tú y Eduardo quédense en el hospital con ella,— dijo Ana de inmediato.

Había conocido a Sofía ese mismo día y si ella estuviera presente durante la cirugía al día siguiente, podría hacer que Sofía se sintiera incómoda.

Alejandro miró profundamente a Ana con una mirada penetrante.