Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 331

No se observó nada especial.

—De acuerdo.

Al instante, Eduardo volvió y anunció: —Ya he hablado con el médico, puedes darte de alta. Te han prescrito varios medicamentos, que ya he comprado.

De este modo, Ana abandonó el hospital y volvió al hotel.

Inicialmente, Alejandro la acompañaba en el coche, listos para regresar juntos y descansar, pero entonces Sofía llamó indicando que se sentía repentinamente mal, y Alejandro tuvo que volver al hospital.

Eduardo se encargó de llevar a Ana.

El trayecto hasta el hotel duró unos veinte minutos.

Tras dejar a Ana en el hotel, Eduardo regresó de inmediato al hospital, dado que la situación de Sofía parecía urgente.

Ella se duchó primero y después se tumbó en la cama para descansar.

Sacó su móvil y comenzó a charlar con Beatriz.

Habían pasado dos días desde la última vez que supo de Beatriz.

Ahora que tenía un momento libre, se dio cuenta tardíamente de que algo no iba bien con Beatriz.

Antes, incluso si pasaba una noche en intimidad con Bryan, al día siguiente Beatriz la habría llamado o enviado un mensaje en Instagram.

Ana encontró una foto que había tomado en el hospital y la envió.

【Quién iba a pensar que terminaría en el hospital con gastroenteritis durante un viaje.】

Emoji llorando.

—Realmente no te estoy mintiendo, mi esposo es Alejandro.

—Si tu esposo realmente es Alejandro, ¡me verás bailando en un tubo en el bar!

—¿No es eso un poco extremo?

—Si tú puedes casarte con Alejandro, ¿por qué no podría yo bailar en un tubo?

—Si el presidente Campos se entera de que vas a bailar en un tubo, seguro te encierra en casa. Ana recordó la última vez en el bar, cuando Bryan vino a recoger a una Beatriz borracha, esa escena era algo aterradora, tal vez cuando llegaran a casa él prohibiría a Beatriz volver al bar.

Beatriz hizo una pausa de unos segundos antes de responder:—¡No me importa! Nadie puede detenerme de hacer lo que quiero.

A pesar de la distancia y de que la conversación era por teléfono, Ana no percibió ese atisbo de extrañeza en Beatriz.