Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 332

Beatriz finalizó la llamada y abrió el Instagram de Bryan.

Su conversación había cesado hacía dos días.

Esa noche, mientras conversaba con Ana, recibió un mensaje de Bryan.

Le comunicaba que no volvería a casa en los próximos días, pues estaba sumamente ocupado en la empresa.

Posteriormente, ella intentó llamar a Bryan para pedirle que cuidara su salud, pero su secretaria contestó, indicando simplemente que el presidente Campos estaba ocupado.

En ese instante, Beatriz presintió que Bryan estaba cansado de su relación, y pasó la noche en vela, reflexionando sobre ello.

Esta vez, decidió no tomar la iniciativa de contactarlo de nuevo.

Y él no había enviado ningún mensaje en dos días...

Ella, aunque solía ser bastante desenfadada, sentía la distancia que su pareja estaba estableciendo entre ambos.

No comprendía; no había pasado mucho tiempo desde que se casaron. ¿Cómo es que Bryan ya mostraba impaciencia y distancia hacia ella? No quería afectar el ánimo de Ana, que estaba de viaje.

Frente al espejo, se vio demacrada y sin energía, y tomó una profunda respiración.

—Bryan, si ya no te intereso, dímelo directamente. No te voy a perseguir. ¿Acaso parezco una mujer que se aferra? —se preguntó frente al espejo.

Tras hablar consigo misma, Beatriz siempre sentía un nudo en el pecho.

—Quizás estoy pensando demasiado. Realmente hay muchas responsabilidades en la empresa, y Bryan está manejando todo solo en el Grupo Campos. Es difícil desligarse cuando ocupas una posición tan alta.

Se convencía a sí misma una y otra vez.

Incluso la madre de Bryan había mencionado que él siempre estaba muy ocupado y que ella debería ser más comprensiva.

Su propia madre también le había dicho que no podía esperar que Bryan estuviera siempre disponible para ella.

—¿Lo haces a propósito? ¿Comprarme esta sopa tan horrible? ¿Así es como me tratas? ¡Viendo que no puedo moverme y dándome estas cosas asquerosas para comer! ¡Ni siquiera consideran cambiármela!

Laura estaba convencida de que la despreciaban por su discapacidad.

No la cuidaban con dedicación.

¡Ella lo había notado todo!

José, que estaba cerca, intervino y corrió a proteger a Carmen, inclinando la cabeza con dolor al ver la cara enrojecida de Carmen, y frunciendo el ceño, reprendió a Laura. —Mamá, ¿cómo puedes golpear así? Carmen te ha estado cuidando con dedicación. Es el doctor quien dijo que no puedes comer otras cosas, no tiene nada que ver con Carmen. Entendemos que es difícil adaptarte a perder las piernas en el accidente, pero también debes entendernos a nosotros, que te cuidamos en el hospital todo el día y también estamos cansados, ¿sabes?

Carmen, con los ojos rojos y el rostro adolorido, se sintió aún más herida en su corazón; ¡claramente no era su madre biológica!

Antes aún podían fingir tener un vínculo madre-hija, pero ahora Laura ya ni siquiera fingía.

—Soy vuestra madre, la que os crió a los dos, y ahora que he sufrido un accidente y necesito cuidados, ¿están realmente dedicados? Díganme la verdad, ¿han sido dedicados? —Los ojos de Laura estaban rojos de emoción.