Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 36

Él se acercó y se sentó en el sofá, cruzando sus piernas rectas bajo los pantalones del traje, y volvió a dirigir su mirada hacia Ana.

Ana percibió que su actitud era inusual.

¿Podría ser por lo que sucedió hoy en el Hotel Gran Nobleza?

Se sentó frente a Alejandro.

Pensó en lo que había sucedido hoy en el hotel y en que no tenía nada que ver con él. ¿O acaso él temía que alguien descubriera su relación?

No parecía probable. Ellos habían firmado un acuerdo y hoy no le había dicho ni una palabra. Entonces, ¿por qué estaba tan serio?

Mientras pensaba en las posibles razones, vio un contrato sobre la mesa de café.

Al ver las palabras "acuerdo de matrimonio secreto", se sorprendió.

¿No era este el acuerdo que firmaron el día que se casaron?

Alejandro, al ver la expresión confusa de Ana, habló, —¿Recuerdas los términos del acuerdo?

Aunque algo confundida, Ana asintió.

Cuando firmaron el acuerdo, ella lo había revisado rápidamente. No tenía requisitos excesivos, solo se enfocaba en mantener el matrimonio en secreto y la duración del mismo.

—Sr. García, vaya al grano.

Alejandro tenía un cigarrillo entre los dedos y, mientras el humo lo rodeaba, su expresión era difícil de leer.

Viendo a Ana con una actitud de no saber en qué se había equivocado, Alejandro soltó una risa sarcástica.

—Dime, ¿qué has planeado con tu novio? ¿Qué esperas obtener de mí? Antes de que vayamos al registro civil a divorciarnos, puedo darte lo que necesites por el bien de mi abuela. Pero después, no quiero que te acerques a ella.

Ana frunció el ceño, finalmente entendiendo por qué él estaba tan frío, —Carlos y yo terminamos hace tiempo, y nunca he querido obtener nada de ti. La abuela García siempre ha sido muy buena conmigo. Me casé contigo solo para agradecerle. Aparte de eso, no tienes por qué preocuparte.

—¿Rompieron? —Alejandro escuchó el torpe intento de mentira de Ana y abrió su teléfono, lanzándoselo a ella.

En la pantalla, una pareja joven se abrazaba frente a un hotel.

Sentía alivio, aunque comprendía que la sospecha de Alejandro era razonable. Viendo cómo su rostro se volvía aún más frío, sacó su propio teléfono.

Buscó una foto que había tomado en el concesionario de autos ese día.

—Carlos y Carmen han estado juntos en secreto por mucho tiempo. No es solo que ya no tengo sentimientos por Carlos, sino que este hecho hace imposible cualquier relación con él.

Alejandro solo echó un vistazo a la foto antes de apartar la vista.

Pero esto no cambió su decisión.

Estas relaciones complicadas solo acabarían enredándose más, y para evitar que llegaran a su abuela, era mejor terminarlas ahora.

—Eso no prueba nada.

Ana, al ver su firmeza, decidió no seguir explicando. Ya había dicho todo lo que tenía que decir, así que asintió, —Si insistes en rescindir el acuerdo, no tengo objeciones.

Su actitud tan directa hizo que Alejandro cambiara ligeramente su opinión sobre ella.