Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 361

Elena asiente con una sonrisa. —Muy bien, hagamos lo que Ana propone.

—Por cierto, mamá, quiero hablar contigo sobre algo más. He estado pensando en abrir una tienda para vender algunas antigüedades y cuadros, principalmente para transmisiones en vivo por internet. ¿Te gustaría ayudarme a gestionar la tienda? Con tu presencia, podré ir tranquila al trabajo. —Ana ha estado considerando esta idea desde hace tiempo.

Ella sabe que Elena es una persona meticulosa y resoluta, aunque por su apariencia dulce pueda no parecerlo. Si no hubiera sido por problemas familiares y su padrastro, seguramente habría alcanzado mucho más.

Elena se emociona, pero también vacila un poco: —¿Crees que puedo hacerlo? En estos años, solo he trabajado en el campo o haciendo limpieza en la ciudad, y a mi edad...

—La edad nunca es un problema. Solo yo sé lo increíble que eres. ¡Claro que puedes! Además, podríamos explorar otras oportunidades. Tu cocina es excelente; los platos que preparas son deliciosos. Podríamos perfeccionar las recetas y buscar una fábrica que las produzca para nosotros...

Mientras Ana describe el futuro, los ojos de Elena se llenan de lágrimas.

De repente, se siente llena de esperanza, como si de pronto tuviera un nuevo rumbo en la vida.

Los niños han crecido, y ella realmente puede perseguir ahora sus propios sueños.

—Está bien... lo intentaré. —responde Elena finalmente.

Madre e hija charlan un buen rato y, después del almuerzo, Elena recuerda algo: —He oído sobre lo que le ocurrió a la familia González. Laura tuvo un accidente automovilístico y está hospitalizada. Ellos quieren que vayas a cuidarla. ¿Qué piensas?

—No tengo ningún vínculo legal con ellos, más allá de la sangre. Los cuatro hijos de Laura pueden cuidarla. Si me buscan, es solo para eludir sus responsabilidades. Si desde el principio me hubieran tratado como a una de la familia y no hubieran hecho lo que hicieron, habría hecho todo lo posible por cuidar a Laura, pero ahora, están delirando. —Ana frunce el ceño y habla con voz fría.

Ese tipo de cosas...

—¿Cómo te trataban cuando estabas en la Casa González? —Elena escucha a Ana, sintiendo un dolor como si su corazón sangrara.

Aunque Ana no ha detallado exactamente qué sucedió, Elena siente que Ana enfrentó situaciones difíciles de imaginar.

Cuanto más sabe sobre la familia González, más claro está que carecen de conciencia.

Ana evita rememorar las experiencias antes de su renacimiento y le dice a Elena: —Mamá, todo eso ya es pasado.