Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 360

—Estoy feliz, solo que me he bronceado un poco.

Ana respondió con una sonrisa radiante.

En Venturis no lo había notado, pero cuando el avión aterrizó, fue al baño del aeropuerto y descubrió su bronceado.

No había usado protector solar a propósito.

—No estás tan morena, Ana es naturalmente blanca; incluso bronceada, parece más clara que los demás,— comentó la abuela García, mirando a Ana con satisfacción.

Estos días había visitado la casa de un viejo amigo y conocido a las esposas de algunos de sus nietos.

Ninguna podía compararse con Ana.

Y es que ninguna era tan bonita como ella.

—Alejandro, ¿tú qué opinas? —preguntó la abuela García a un Alejandro que había permanecido callado todo el tiempo.

Su nieto era competente en muchas áreas, pero tenía un carácter complicado.

Mira lo introvertido que es, podría intimidar a Ana sin siquiera intentarlo.

Alejandro, con sus ojos oscuros, observó a Ana, cuya piel era blanca y delicada, y asintió de acuerdo con su abuela: —La abuela tiene razón.

A Ana no le importaba cuánto se había bronceado; haber ido a una ciudad costera y regresar bronceada era señal de que había disfrutado su viaje.

—He comprado un regalo para la abuela, voy a buscarlo —recordó Ana de pronto el obsequio que había adquirido.

Era la primera vez que viajaba sola y pensó que lo mejor para mostrar su afecto era un producto local.

La abuela García se sintió conmovida: —Ana siempre piensa en su abuela, incluso cuando está de viaje.

Mientras tanto, Ana condujo su coche para visitar a Elena.

—¿Por qué compraste tanto? Debió haber sido muy pesado traerlo todo el camino —observó Elena, al ver los productos locales.

Ana respondió con una sonrisa: —Llevé una maleta grande a propósito, y como fui y vine en coche, simplemente la arrastré en el aeropuerto, así que no fue pesado, mamá.

Hoy, Javier tenía clases y se quedaba en la escuela.

Francisco había estado muy ocupado con el trabajo recientemente y no había regresado a casa en esos días.

Manuel había aceptado varios papeles en diferentes producciones, y estos roles estaban aumentando tanto que casi vivía en el set, por lo que estaba completamente ausente.

Solo Elena estaba en casa. —Mamá, el apartamento que compré estará listo para entrega en tres meses, y una vez que esté decorado, podemos dejar este lugar y mudarnos allí.