Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 364

El restaurante no estaba muy concurrido.

Aunque era la hora de la cena, todavía faltaba media hora para que empezara el bullicio.

Escogieron un asiento frente a la ventana de cristal, perfecto para observar el resplandor del atardecer.

Tras pedir, ambos empezaron a conversar.

Involuntariamente, terminaron hablando sobre el Instagram de Mauricio. —Estar demasiado cerca de tu ídolo a veces cambia tu percepción sobre él, pero al ver el Instagram de Mauricio, puedo decir que es auténtico. ¡Eso solo aumenta mi admiración! Cuando empiece a trabajar, podré seguir de cerca su día a día.

Ana observó a Beatriz, que radiaba sin siquiera mencionar a Bryan. ¿Quién diría que una joven de familia adinerada acabaría siendo asistente de una estrella del entretenimiento?

Si...

Si Bryan realmente hubiera herido a Beatriz, sin duda sería una gran pérdida para él.

Pero en la situación actual, prefería pensar que Bryan simplemente estaba demasiado ocupado como para dedicarle tiempo a Beatriz.

—El hecho de que te permita ver su Instagram demuestra que no te agregó solo por compromiso, realmente es un ídolo a valorar, —comentó Ana.

Beatriz soltó una carcajada y, cubriéndose el estómago, exclamó: —¡No es broma, verte hoy me ha abierto el apetito, ahora tengo muchísima hambre!

—¿Crees que será suficiente con lo que hemos pedido?

Beatriz empezó a inquietarse.

O no come nada o se excede.

—Cuando terminemos aquí, acompáñame a comer barbacoa en el lugar cerca de nuestra escuela, —propuso Ana con decisión.

Beatriz respondió: —¡Me parece una idea excelente!

Justo en ese momento, casi simultáneamente, tres coches se detuvieron frente al restaurante.

Alejandro fue el primero en bajar de su vehículo, seguido por Bryan y Caio de los otros dos coches.

Los tres disponían de tiempo libre ese día.

Este restaurante era propiedad de Bryan y estaba considerado uno de los mejores en la ciudad A.

—¿Cuánto tiempo hace que no nos reunimos los tres? —preguntó Caio primero.

Cuando eran más jóvenes, tampoco disponían de mucho tiempo libre para disfrutar juntos; siempre estaban ocupados con los estudios, casi constantemente aprendiendo.

—¿Qué observas? —Caio siguió la mirada de Alejandro.

Al ver un vehículo que no destacaría en el tráfico pero que aquí parecía especialmente fuera de lugar, se rió: —Ese coche es popular, eficiente y ecológico.

Aunque claramente no armoniza con el entorno.

Alejandro apartó la vista y dijo: —Entremos.

Bryan estaba visiblemente distraído.

—Bryan, ¿estás pensando en tu secretaria otra vez? —preguntó Caio.

En su círculo, los secretos eran raros.

Todos estaban al tanto de la situación entre Bryan y Leticia.

Pero también sabían que Bryan estaba casado con Beatriz.

Antes, Bryan trataba a Beatriz como a un tesoro, pero ahora, no mucho tiempo después, se encontraba ambiguamente involucrado con su secretaria.