Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 411

—Querida, volveré a casa más tarde. ¿Tienes planes para hoy?—Beatriz preguntó con suavidad.

Bryan guardó silencio durante un par de segundos antes de responder: —Estoy en camino al aeropuerto. Habría preferido llamarte desde allí, pero estoy bastante ocupado. Cuídate en estos días y, cuando regrese de mi viaje de negocios, dedicaré tiempo para estar contigo.

—¿Otro viaje de negocios? Si hubiera sabido que estabas yendo al aeropuerto, me habría despedido de ti y así habríamos podido vernos.

A pesar de haberse preparado mentalmente, la respuesta de Bryan dejó a Beatriz sintiéndose desconcertada y pesarosa.

—Regresaré pronto, cariño. Te extrañaré,— dijo Bryan con tono consolador, tratando de calmar a Beatriz.

A ella le reconfortaba esa forma de hablar. —Está bien.

El conductor le preguntó a Beatriz después de que colgara: —¿Podemos partir ahora?

Beatriz miró hacia el edificio del Grupo Campos.

Desafortunadamente, su esposo no estaba allí; ella había pensado sorprenderlo.

Justo cuando iba a pedirle al conductor que se marchara, vio a Bryan salir del edificio.

Beatriz cambió de expresión drásticamente.

¿No había dicho que iba al aeropuerto?

¿No estaba demasiado ocupado con su viaje de negocios?

Al verlo subirse a un coche y alejarse, sintió como si le hubieran golpeado la cabeza.

Quedó aturdida, incapaz de orientarse.

Su mente retumbaba.

Fue solo cuando el conductor la llamó varias veces que volvió en sí, con el rostro pálido.

Bryan ya no estaba a la vista.

—Lo siento, vamos.

El conductor vio que Beatriz tenía el rostro pálido. Hace apenas un momento, cuando subió al coche, era una mujer muy animada y alegre, pero de repente parecía haber sufrido un golpe tremendo.

Él recordó la llamada que ella le había hecho a su esposo hace un momento.

—Sí, ya llegué.

La voz de Beatriz sonaba apagada y al hablar se dio cuenta de que había estado llorando mientras comía los fideos.

Ahora, al hablar, su voz se quebraba.

Mauricio hizo una pausa. —¿Estás llorando?

—Ah... yo... solo estaba viendo una serie, la protagonista fue engañada por el protagonista. Ella confiaba tanto en él, y al final él la traiciona. ¿Existirá algún hombre bueno en este mundo?— Beatriz balbuceó, confundida.

Sentía que las creencias en las que había confiado se estaban desmoronando.

Se derrumbaban sin cesar.

Mauricio percibió que Beatriz estaba emocionalmente alterada. —Beatriz, ¿qué sucede?

—No... no es nada. Prefiero no hablar más, tengo cosas que hacer. Hasta mañana, Señor Mauricio.— Beatriz colgó apresuradamente.

Luego, con las manos aún temblando, llamó a Ana.