Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 415

Las flores eran realmente muy bonitas.

A pesar de ello, ella no experimentaba la alegría de recibirlos; un frío invadía su corazón.

Recobrando la compostura, se calzó unos zapatos y entró, justo cuando Bryan estaba sacando un plato que había preparado.

Al ver a Beatriz, Bryan le dijo con su habitual ternura: —Llegué hoy al mediodía en avión, pasé por la empresa para resolver algunos asuntos y regresé rápidamente.

—Hace mucho que no cocino, ven a probar.

—Está bien—, contestó Beatriz, intentando descifrar algo en la expresión de Bryan.

Sin embargo, ella lo conocía bien.

Si él no deseaba que alguien supiera algo, nadie lo sabría; podía ocultar sus pensamientos con mucha profundidad. Era improbable que pudiera discernir lo que realmente pensaba.

Antes, pensaba que eso era un misterio; mientras la amase, eso le bastaba. Ella podía sentir su amor.

Pero ahora...

Él parecía mirarla como siempre, su mirada aún brillaba al verla.

Sin embargo...

Beatriz sabía que si quería descubrir la verdad sobre su engaño, no podía mencionarlo; de lo contrario, con sus habilidades, lo borraría todo como si nunca hubiera sucedido, sin dejar rastro.

Mientras Beatriz se lavaba las manos en el baño, la sonrisa de Bryan se desvaneció y sus ojos se volvieron extremadamente oscuros.

El desdén que había mostrado hacia ella en este tiempo le había causado daño.

Aunque... antes también había momentos en que él se ocupaba y no la veía durante uno o dos meses, pero nunca había sentido una inquietud tan inexplicable como ahora.

¿Sería por ese Mauricio?

A mitad de la comida, Beatriz comenzó a perder el apetito.

—Lo siento, hoy en el camino de regreso comí un sándwich. No sabía que volverías hoy, ni que cocinarías, así que ahora no puedo comer más.

Ella hablaba sinceramente.

Beatriz inhaló profundamente en silencio, levantó la vista y se encontró con los ojos de Bryan.

Después de un momento, Bryan continuó con voz suave: —Recuerdo que cuando comenzaste la universidad dijiste que querías tener tu propia floristería. Ahora que lo he aceptado, ¿por qué de repente no quieres?

—Cada persona tiene diferentes deseos en cada etapa de su vida. Ahora me gusta mucho el ambiente de trabajo; tal vez más adelante me canse y quiera abrir una tienda, pero no es el momento—, respondió Beatriz con firmeza.

No renunciaría a su elección por nadie.

Este trabajo era su elección; a menos que ella decidiera no continuar o que Mauricio la despidiera, seguiría adelante.

Bryan de repente se dio cuenta de su descuido hacia Beatriz en este tiempo.

En su corazón, él ya no era tan importante como antes.

Al darse cuenta de esto, Bryan sintió que le costaba respirar y asintió con pesadez, —Entonces discutiremos esto de nuevo más adelante.

Él tenía formas de hacer que Beatriz renunciara a su trabajo.