Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 434

Qué lástima.

Realmente, ya no se puede encontrar.

La familia García siempre ha destacado por su rapidez de respuesta; nadie en la ciudad A puede comparársele.

—Voy a hacer una llamada—, dijo Ana mientras se dirigía hacia afuera.

Al llegar al cuarto de descanso, primero llamó a la abuela García. —Abuela.

La abuela García, sabiendo por qué Ana la llamaba, respondió con una sonrisa: —¿Es porque la familia González envió a alguien a buscarme y te preocupas por mí?

Al escuchar la suave pregunta de la abuela García, la punta de la nariz de Ana se sintió un poco ácida, siendo ella quien había llevado los problemas a la abuela García. Sin embargo, la abuela no la culpaba y Ana murmuró suavemente: —Ellos no son importantes para mí, abuela, no te aflijas por ellos.

—Anita, en el futuro, Alejito y yo te trataremos bien. No te esfuerces demasiado con estos familiares que no lo son, ni te entristezcas por ellos. Son ellos quienes son demasiado tontos para ver lo buena que es nuestra Anita—, decía suavemente la abuela García, consolándola.

Ana respondió suavemente: —Está bien, abuela, recordaré todo lo que has dicho.

Al escuchar la voz contenida de Ana en el teléfono, la abuela García realmente sentía pena por ella. —Cuando era joven, me gustaba pelear, tu abuela Ruiz lo sabe. Si fuera un poco más joven, podría haber dejado a la familia González medio muertos. Esta mañana le pedí a Antonio que los echara directamente.

—Estoy realmente feliz y afortunada de ser parte de la familia, abuela—, dijo Ana con sinceridad.

Ella estaba diciendo la verdad.

Era algo que siempre había querido decirle a la abuela García.

A veces, al despertar, incluso tenía algunas ilusiones, siempre sintiendo que la vida después de renacer era un sueño, una obsesión después de pasar por tantas adversidades.

Cada vez que tenía este sentimiento, se calmaba durante mucho tiempo, hasta que sentía que todo era verdaderamente real.

—Anita, el poder ser parte de tu familia es un sueño hecho realidad para mí; te gané como familia por las buenas acciones que he hecho.

Después de colgar el teléfono, la abuela García aún se sentía incómoda, recordando algunas cosas que había descubierto, como que Anita había sido maltratada por la gente de la familia González. Esto la hizo enrojecer los ojos y sentir un gran dolor en el corazón.

Le dijo a Antonio: —Anita nunca me habla de esas cosas, realmente lo está pasando mal. Cuando venga, asegúrate de que en la cocina preparen solo lo que a ella le gusta comer.