Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 467

Finalmente, sin otra opción, se convirtió en repartidor de comida a domicilio.

Ana pensó que, al verlo tan desaliñado, se burlaría de él, pero en cambio, mostró una indiferencia apática, y solo al principio se mostró un poco sorprendida.

Ana, sin expresión alguna, dijo: —No me gusta derribar a la gente, aunque lo que hicisteis en el pasado lo merecería, pero no tengo nada que ver con vosotros, no necesito hacer esas cosas.

En estos días, las noticias sobre la familia González han disminuido notablemente.

Definitivamente, no son tantas como al principio.

Poco a poco, la gente de la ciudad A probablemente olvidará que hubo un Grupo González que casi se fue a la quiebra de la noche a la mañana.

Pero...

Es sorprendente que Carmen no haya causado problemas en estos días; no es típico de su estilo de actuar.

¿Será que José y los demás le hicieron algo a Carmen?

¿La encerraron?

Gustavo, pálido y avergonzado, pregunta: —¿Podrías perdonarnos por lo pasado?

Todo fue por las intrigas de Carmen; de lo contrario, no habrían tratado tan mal a Ana.

Si no hubiera sido tan malo, cuando la familia González tuviera problemas, Ana seguramente no habría observado fríamente de lado, marcando un límite claro con ellos.

Se arrepiente; si hubiera sabido que llegaría este día, debería haber expulsado a Carmen desde el principio.

Ana sonrió y dijo: —¿Crees que debería perdonaros?

Típico de Gustavo, pensar que apareciendo lastimoso ante ella conseguiría su perdón.

Nunca olvida manipular y calcular.

Encontrarse con Gustavo aquí no es una coincidencia.

Gustavo vacila, parece dudar en hablar.

Justo cuando estaba vacilando, un hombre completamente embriagado se acercó corriendo.

—Gustavo, no pierdas el tiempo hablando con ella, es nuestra hermana, solo dile directamente lo que queremos, necesitamos pedirle dinero —Sergio se acercó tambaleándose, apenas pudiendo mantenerse en pie.

Comparado con Gustavo, Sergio está aún más desaliñado.

Si no lo miras de cerca, no lo reconocerías en absoluto.

Aunque la ropa de Sergio todavía es de marca, su cara está amarilla y roja; el amarillo probablemente se debe a la falta de descanso y el rojo, a la bebida.

Gustavo tomó una profunda respiración y dijo: —Lo siento, no quería molestarte de esta manera, pero mamá necesita medicación diaria, y todo el dinero de la casa se ha ido en deudas, no tenemos para medicinas. Así que, espero que puedas prestarnos algo de dinero en este momento.