Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 470

Dos horas más tarde.

Dentro de la suite, reinaba el desorden.

La ropa de ambos estaba esparcida por todos los rincones.

Un aroma a pasión recién consumada permeaba el ambiente.

—¿El presidente Campos quiere comer algo? Traje la comida del restaurante donde fuimos antes, el que elogiaste diciendo que estaba delicioso —dijo Leticia con voz suave, casi sin fuerzas.

Ella sabía que su habilidad en la intimidad era notable, de lo contrario, Bryan no se habría entregado tantas veces al acto.

Bryan fumaba un cigarrillo, el humo lo envolvía, haciendo que sus ojos y cejas parecieran borrosos.

Al ver que Bryan no respondía, Leticia se sintió inquieta.

—¿El presidente Campos? —preguntó de nuevo con una voz tierna y suave.

Bryan apagó el cigarrillo y miró a Leticia. —¿Has engordado últimamente?

Leticia sintió un nudo en el corazón; siempre se preocupaba por su figura. Incluso sabiendo que estaba embarazada, no se atrevía a comer en exceso y seguía ejercitándose todos los días.

—Quizás estos días, sin trabajar, comiendo en casa... ¿el presidente Campos me desprecia? Entonces volveré y haré dieta.

Su abdomen estaba más voluminoso que antes.

No esperaba que Bryan notara ese cambio tan sutil.

Bryan murmuró algo y luego, como si pensara en algo, dijo: —No necesitas volver a Ciudad A, quédate aquí.

El rostro de Leticia cambió; su sonrisa se desvaneció un poco. —Mm.

Después de cada encuentro, él podía ser frío e implacable.

Ella temía que la rechazara.

El empleado de limpieza, al ver el desorden en las sábanas, inmediatamente adivinó lo que había sucedido.

No pudo evitar murmurar para sí mismo: Estos ricos sí que saben cómo disfrutar.

Mientras tanto, Leticia se dirigió a otro hotel.

Ella realmente era de Vientomar, pero no quería volver a casa en absoluto; regresar sería como quedar atrapada para siempre en esa familia pobre y distorsionada.

Ella quería avanzar a toda costa, ascender cada vez más.

Anhelaba superar su clase social actual, ¿cómo podría regresar a casa y quedar atrapada?

Apoyándose en el coche, recordó la noche de su decimoctavo cumpleaños. Leticia no pudo evitar rememorar ese momento: su padrastro, en una rara ocasión, le compró un pastel de cumpleaños. Ella no estaba preparada para lo que sucedería, pues él había mezclado una droga en el pastel, y luego, cuando estaba inconsciente, la violó.

Su madre biológica sabía perfectamente lo que hacía su padrastro, pero no lo detuvo. Incluso dijo que ya había crecido y que, de todos modos, tendría que relacionarse con hombres, así que era mejor que su padrastro fuera el primero en disfrutar de ella.