Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 479

—Señorita Ana, no se apresure a rechazar, puedo agregar cien mil dólares más, en total trescientos mil dólares. Espero que la Señorita Ana pueda repararlo, sé que con sus habilidades, definitivamente puede hacerlo—dijo Leticia con confianza.

Aunque trescientos mil dólares es una suma considerable, ella cree que si logra su objetivo, todo habrá valido la pena.

Reflexionando sobre que siempre estuvo a un paso, y que Bryan en Vientomar, desde que supo de su embarazo, le pidió que regresara a la ciudad A y se sometiera a un examen detallado para determinar los meses de gestación y que abortara.

Lo que Bryan dijo no fue tan despiadado, pero ella adivinó que solo quería el hijo de Beatriz.

Sabe que Bryan definitivamente no quiere que ella tenga este niño, y no le queda mucho tiempo.

Por lo tanto, el jarrón debe ser reparado lo antes posible.

Cree que trescientos mil dólares podrían tentar a Ana para aceptar, pero...

Ana, con una expresión fría e indiferente, sigue firme en su posición: —Incluso si fuera un millón de dólares, no cambiaría mi decisión inicial.

El rostro de Leticia cambió, incrédula: —¡Dame una razón!

No puede entenderlo.

¿Rechazar todo ese dinero?

¿Es que Ana es demasiado altiva?

Su oferta ya es varias veces superior al valor de mercado.

—No hay tantas razones, si no quiero repararlo, simplemente no quiero hacerlo—dijo Pablo con una mirada despectiva y una risa fría.

¿No sabe qué desastre es su propio objeto?

¿Y aún pregunta por qué?

—No es que no se pueda reparar, dime de dónde compraste el jarrón—Ana estaba a punto de irse cuando de repente cambió de decisión.

Últimamente han aparecido muchos objetos malignos, y no cree que sea una coincidencia.

Pero le han ordenado estrictamente no revelar nada sobre él, de lo contrario no le esperará nada bueno.

Después de todo lo que ha pasado recientemente, por supuesto que no se arriesgaría.

Ana miró a Leticia pensativamente: —Está bien, ya que la Señorita Leticia no quiere decirlo, no insistiré.

Al caer estas palabras, ya había salido.

Dado que Leticia no quiere hablar, aunque pregunte de nuevo, Leticia no revelará nada.

Probablemente esté restringida.

Sospecha que Leticia debe tener más de un objeto maligno en su poder.

Pablo siguió a Ana al salir.

El rostro de Leticia se volvió sombrío y se hundió, y miró hacia atrás a Don Fernando: —Don Fernando, ¿podría ayudarme? Este jarrón es muy importante para mí. Si la Señorita Ana no puede repararlo, ¿hay alguien más en su equipo que pueda hacerlo?