Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 491

—La señora Beatriz ha malinterpretado al presidente Campos; él vino a verme hoy solo por asuntos de trabajo, no por algo indebido. El presidente Campos... realmente te ama, señora Beatriz, por favor, no malinterpretes al presidente Campos. —dijo Leticia oportunamente.

Su manera de explicar no reflejaba en absoluto a la arrogante tercera persona de anoche.

¿Una tercera persona tan comprensiva? Sin duda, a Bryan le gustaría más.

¿De lo contrario, cómo podría haber permitido que la tercera persona quedara embarazada?

Beatriz se rió fríamente; odiaba tanto a Bryan como a Leticia. —¿Piensas que soy tonta? Bryan, ¡quiero divorciarme de ti! Ya no necesitas esconderte, facilito que vivas a la luz del sol, ¡no quiero seguir siendo la señora Campos!

Con esas palabras, el rostro de Bryan cambió drásticamente.

Leticia se quedó atónita inicialmente, luego un torrente de alegría la invadió; no esperaba que fuera tan fácil.

¿Beatriz quería divorciarse tan fácilmente?

Inmediatamente miró a Bryan.

Esa mirada le golpeó el corazón como un fuerte puñetazo, no sabía por qué, pero un miedo creciente la invadió.

Vio claramente el rostro pálido de Bryan y esa aura sombría a su alrededor, todo indicaba cuánto realmente le importaba Beatriz.

—Bea, vuelve a casa, te daré una explicación razonable. —Bryan extendió su mano para abrazar a Beatriz.

Esperaba que Beatriz pudiera confiar en él.

En cuanto al divorcio, eso simplemente no iba a suceder.

La esposa de Bryan en esta vida solo podía ser ella, nadie más.

—Por favor, señora Beatriz, créanos. —Leticia no pudo mantener la calma en ese momento, lo único que sabía era que debía aprovechar cualquier oportunidad que tuviera.

Ahora que Beatriz había dicho querer divorciarse, tenía que aprovechar esa oportunidad.

—¡Cállate! —Bryan reprendió con severidad.

El susto hizo que el cuerpo de Leticia temblara violentamente.

Ver a Bryan reprender a Leticia solo hizo que Beatriz se riera más fríamente. —No necesitas actuar frente a mí, Bryan, no me decepciones más, no puedo odiarte más.

Luego se volvió hacia Ana. —Anita, vámonos.