Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 492

En realidad, Leticia ya empezaba a sentirse triunfante por dentro.

Que el asunto haya llegado a tal extremo era realmente maravilloso.

Viendo el disgusto de Beatriz hacia Bryan, era evidente que bajo ninguna circunstancia volvería a estar con él.

Bryan, desde su posición dominante, miraba a Leticia de una manera completamente diferente a cómo miraba a Beatriz.

Inesperadamente, Leticia sintió el odio y las ganas de matar de Bryan hacia ella.

Como si su mera existencia fuera una humillación para él.

Sorprendida, Leticia quedó en blanco; el miedo en su interior se duplicó.

—¿Has sido tú? —preguntó Bryan con una mirada peligrosa y fría.

El corazón de Leticia dio un vuelco violento mientras se defendía: —No... no fui... ¿cómo podría ser yo? Te prometí que sería buena, que no pensaría en lo que no debo.

—Mejor que no hayas sido tú —dijo Bryan con frialdad.

Leticia no se atrevía a mirar directamente a Bryan, temiendo que descubriera algo.

—Vamos al hospital —dijo Bryan a los dos guardaespaldas detrás de él—. Vigilen que se lleve a cabo la cirugía.

Leticia palideció: —Presidente Campos, ¿realmente tiene que ser así? Es nuestro hijo.

Bryan permaneció impasible: —Parece que aún no has aprendido, Leticia. ¿Conoces mis métodos?

Pensando en la mirada de disgusto que Beatriz le había dado hace un momento, de repente deseó estrangular a Leticia con sus propias manos.

Y el hecho de que Beatriz hablara tan decididamente del divorcio...

Un dolor punzante en las sienes.

Una hora después.

Ana llevó a Beatriz de vuelta a casa.

Quizás... eran la misma persona.

Beatriz forzó una sonrisa y dijo: —No, no lo perdonaré. No importa la razón, el hecho es que fue infiel. Anita, tú pasaste por lo mismo con Carlos, ¿no te dolió tanto como a mí cuando descubriste su infidelidad? Lo siento, en ese momento no estuve contigo para superarlo.

Sus sentimientos hacia Carlos eran como los de Ana hacia Carlos.

Ella conocía bien lo mucho que Ana había dado por Carlos y Sara en aquellos años.

—En realidad no es lo mismo, yo hacia Carlos sentía más bien costumbre y compromiso. Durante la secundaria, su insistencia me hizo creer, en mi ingenuidad emocional, que estaba enamorada de él, pero en realidad no tenía que ver con amor. Y tú y Bryan, fue un amor claro y definido desde la infancia —analizó Ana racionalmente.

Probablemente porque había superado esa traición, ahora podía analizar sus propios sentimientos con calma.

Y veía claramente que Bryan amaba profundamente a Beatriz, pero en cuanto al divorcio...

No creía que fuera tan sencillo; Bryan no se daría por vencido fácilmente.

Beatriz se rió de sí misma: —Crecer juntos desde niños significa que se pierde la novedad. Cuando buscó emociones, se olvidó completamente de mí. Quizá todavía me ama, pero prefiero no tener ese amor.