Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 515

—¿Un detective? ¿Idiota, te crees todo lo que te dicen? ¡Pídele disculpas a ella y regresa aquí!— rugió Don Gael.

Todos en la familia Campos estaban siempre complaciendo a Don Gael, temiendo hacer algo que lo enfureciera.

Aunque León estaba al otro lado del teléfono, podía sentir claramente la furia de Don Gael.

Sentía que en cualquier momento, Don Gael podría darle una patada.

León miró bruscamente a Beatriz, —¿Qué hace exactamente su esposo?

Beatriz también estaba desconcertada por la pregunta, —¡Qué te importa lo que hace su esposo!

—Realmente...— León volvió a mirar hacia Ana.

Ana, imperturbable, no quería responder.

El último rastro de embriaguez de León desapareció; su abuelo rara vez se enojaba así. Miró nuevamente hacia Alberto, —¿Quién es realmente su esposo?

Alberto tampoco habló.

—Tienes demasiadas preguntas.— Beatriz se sentía culpable; había estado hablando sin pensar, usando a su primo como excusa. En realidad, Ana ni siquiera tenía novio, ¿cómo iba a tener un esposo?

Pero, ¿por qué León tenía que saber quién era el esposo de Ana?

¿Estaba loco?

Justo en ese momento, los policías que estaban recogiendo pruebas en el restaurante de guisos regresaron, y también trajeron a algunas personas con ellos.

—Ellos vienen a testificar, a testificar por ellas—, dijo el policía al entrar.

Después de escuchar esto, Alberto le dijo a León: —Ahora podemos hablar tranquilamente.

De repente, León sintió las piernas débiles.

Hasta media hora después.

León, un poco aturdido, salió primero de la estación de policía. Al salir, vio un coche estacionado al lado de la carretera.

Echó un vistazo y de repente vio a una persona a través de la ventana medio bajada del coche.

A primera vista, le resultó familiar.

Unos minutos más tarde, Ana, Beatriz y Alberto también salieron.

Cuando Ana salió, las ventanas del coche al lado de la carretera que estaban medio bajadas se bajaron completamente.

El rostro severo y distinguido de Alejandro se hizo visible.

Ana se quedó paralizada al ver a Alejandro, sorprendida de que él también hubiera venido.

Alberto asintió con la cabeza hacia Alejandro.

Alejandro pasó de largo de Alberto y miró directamente a Ana, sus ojos negros fríos y sin fondo.

Beatriz siguió la mirada de ambos y vio a Alejandro, —¿Alejandro?

¿Qué hacía él aquí?

De repente, como si algo explotara en su mente.

Inmediatamente, abrió mucho los ojos y se giró hacia Ana, —¿No crees que deberías explicarme bien esto?